España es uno de los países más avanzados en medicina reproductiva, no solo por el número de tratamientos realizados -siendo el tercero del mundo-, sino por la calidad de los centros y su potencial de investigación. "La evolución de nuestra especialidad ha sido fulgurante gracias a los desarrollos tecnológicos", asegura ...
España es uno de los países más avanzados en medicina reproductiva, no solo por el número de tratamientos realizados -siendo el tercero del mundo-, sino por la calidad de los centros y su potencial de investigación. "La evolución de nuestra especialidad ha sido fulgurante gracias a los desarrollos tecnológicos", asegura Luis Rodríguez-Tabernero (nº colegiado: 474705276), que está al frente de la Sección de Esterilidad e Infertilidad de la SEGO. De manera que se ha pasado de una medicina reproductiva muy básica, basada en los ciclos de inseminación artificial en los años 80, a técnicas de vanguardia como ICSI, vitrificación embrionaria, DGP, vitrificación de ovocitos. "Todo esto hace posible que el 10% de los niños nacidos en los últimos años sea a través de técnicas de reproducción asistida", detalla.
La medicina reproductiva comporta todas las actuaciones diagnósticas y terapéuticas encaminadas a la prevención de la salud reproductiva. "Ahora somos capaces de hacer mejores diagnósticos, tratamientos más sencillos, casi sin complicaciones y con unas tasas de éxito superiores, pero siempre con la limitación que impone la edad de la mujer sobre el número y la calidad de los ovocitos". De ahí que sea esencial sensibilizar a las mujeres acerca del valor de la fertilidad. "Si decide retrasar su maternidad se pueden vitrificar sus óvulos para utilizarlos en el futuro, evitando así el efecto deletéreo de la edad".
Pero el gran reto para la Junta de la Sección de Esterilidad e Infertilidad de la SEGO es avanzar en la formación de los residentes y, especialmente, de los ginecólogos generalistas en el ámbito de la medicina reproductiva. "Consideramos que para que las mujeres estén informadas es necesario que los ginecólogos estén formados", subraya LuisRodríguez-Tabernero, y continua: "Si queremos facilitar el adecuado tratamiento de las pacientes estériles, así como la puesta en marcha de programas de preservación de la fertilidad tanto para mujeres con patología oncológica como para patologías benignas -como la endometriosis-, debemos informar del efecto perjudicial sobre la fertilidad o la reserva ovárica". Una subespecialidad que progresa con la incorporación de nuevas técnicas como el diagnóstico preimplantacional en el estadio de blastocisto. "Posibilita una mayor eficacia a la hora de lograr la gestación, acortando el tiempo necesario para alcanzarla y sobre todo permitiendo el nacimiento de niños sanos y libres de graves enfermedades hereditarias".
Y es que la atención a las mujeres es y seguirá siendo un puntal de la asistencia sanitaria. "Creo que en la asistencia obstétrica se debe seguir peleando para contener y, siempre que sea posible, disminuir la tasa de cesáreas, que es un problema importante en España", declara el presidente de la Sección de Esterilidad e Infertilidad de la SEGO.
También urge una mayor inversión en reproducción asistida por parte de las instituciones políticas. "Las limitaciones a los tratamientos de reproducción asistida en un país como España con tantos problemas de natalidad deberían revisarse, de forma que se facilite que cualquier mujer con deseo gestacional y posibilidades clínicas para gestar pudiera beneficiarse de dichas técnicas". En definitiva, queda claro que la ginecología es una especialidad de futuro. "La situación profesional para los ginecólogos en nuestro país es prometedora con una gran demanda de profesionales en todas las áreas de la especialidad". El principal reto sigue siendo la patología oncológica. "Los avances en el pronóstico de muchos de los cánceres ginecológicos han sido espectaculares, pero hay que seguir mejorando el pronóstico de muchos de ellos, y para ello es fundamental la investigación básica". En el campo de la medicina reproductiva la apuesta debe ser "luchar contra el envejecimiento ovárico y el fallo de implantación embrionaria".