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La OMS escucha peticiones expertas para combatir una enfermedad olvidada de la piel, la Úlcera de Buruli

Un ensayo clínico promovido por Fundación Anesvad, la Universidad de Zaragoza y la Fundación ARAID evalúa la viabilidad de acortar a la mitad la duración del tratamiento para esta patología que afecta a miles de personas en África Subsahariana.

04/04/2023

Un ensayo clínico, promovido por Fundación Anesvad, la Universidad de Zaragoza y la Fundación ARAID, evalúa la viabilidad de reducir a la mitad el tiempo del tratamiento para una enfermedad olvidada de la piel, la Úlcera de Buruli, que afecta a miles de personas en África Subsahariana, y cuya transmisión ...

Un ensayo clínico, promovido por Fundación Anesvad, la Universidad de Zaragoza y la Fundación ARAID, evalúa la viabilidad de reducir a la mitad el tiempo del tratamiento para una enfermedad olvidada de la piel, la Úlcera de Buruli, que afecta a miles de personas en África Subsahariana, y cuya transmisión está relacionada con entornos de aguas estancadas e insalubres. El trabajo ha sido presentado estos días durante la Primera Reunión Global de Enfermedades de la Piel Desatendidas, con un total de 20 patologías catalogadas, organizada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Ginebra, Suiza.

Tras décadas combatiendo la úlcera de Buruli que afecta a miles de personas en más de 33 países, aún se desconoce su modo exacto de transmisión. Por suerte, tiene cura a través de un tratamiento combinado de antibióticos (rifampicina y claritromicina) durante 8 semanas y cuidado de las heridas. Aunque en muchos países endémicos estos antibióticos son gratuitos gracias al apoyo de organizaciones como Fundación Anesvad, la carga económica derivada del transporte, el alojamiento y la alimentación de los pacientes y sus personas cuidadoras, la pérdida de ingresos y la fuerza de trabajo es demasiado elevada para los afectados y sus familias, en particular si se requieren largas estancias en el hospital. Estos gastos afectan tanto al sistema de salud como a las familias y comunidades que padecen la enfermedad.

Ahora, a través de un proyecto de investigación en África Subsahariana, presentado estos días en el primer encuentro mundial sobre estas enfermedades en la OMS, "se quiere conseguir un nuevo tratamiento más corto, altamente efectivo y totalmente oral. Esto reduciría no solo su duración, sino el tiempo de curación de todo tipo de lesiones. Además, requeriría una menor hospitalización y, por tanto, menos coste, con una terapia más sencilla y breve", señala Santiago Ramón, coordinador científico del estudio e investigador de la Fundación ARAID en la Universidad de Zaragoza, instituciones españolas implicadas en el proyecto.

"En los lugares más remotos y con pobreza estructural, acceder a un tratamiento con antibióticos y que los pacientes lo sigan es todo un reto". María González, responsable por parte de Fundación Anesvad del proyecto de reducción del tratamiento de la úlcera de Buruli, destaca, por encima de todo, las dificultades a las que se enfrentan las personas en situación de mayor vulnerabilidad cuando reciben el diagnóstico. "No tienen dinero para ir a los centros de salud que no están cerca de sus casas, a veces no confían del todo en la medicina porque prefieren recurrir a terapias tradicionales, así que reducir el tiempo de tratamiento es ganarle la batalla a la enfermedad con más garantías".

El coordinador clínico del ensayo, Dr. Christian Jonhson, director Médico de la Fundación Raoul Follereau remarca que "si el ensayo clínico da sus frutos, esta investigación podría orientar un cambio en la política y práctica de la OMS para esta enfermedad y otras similares".

En palabras de Israel Cruz, responsable de la gestión de datos del estudio y director del Departamento de Salud Internacional en el Instituto de Salud Carlos III, "sí avanzamos en los tratamientos de estas enfermedades, y progresamos en el compromiso político no solo a nivel internacional, sino también en los países más afectados, se darán grandes pasos en el control de estas enfermedades que de perpetuarse supondrían una grave inequidad en la salud global. Y para eso también hay que conseguir cambios estructurales que hagan que los países, los gobiernos, de verdad dispongan de mecanismos que les permitan mostrar ese compromiso sin dependencias externas".

El valor del estudio no se centra solo en el desarrollo de una nueva terapia más efectiva, sino que, "también tiene una componente de creación y consolidación de capacidades de investigación clínica en los países africanos involucrados", apunta Dr. Emma Sáez, responsable de la gestión del estudio e investigadora de la Universidad de Zaragoza.

En este proyecto de investigación internacional participa la Universidad de Zaragoza (España), Fondation Raoul Follereau (Francia), Instituto de Salud Carlos III (España), la Universidad de Abomey-Calavi (Benín), DAHW Deutsche Lepra-und Tuberkulosehilfe e. V., (Alemania/Togo), Kwame Nkrumah University of Science and Technology (Ghana), Ghana Health Service (Ghana), Fundación ARAID (España), la Fundación Anesvad (España), Programme National de Lutte Contre l´Ulcère de Buruli (Costa de Marfil), Programme National des Maladies Tropicales Negligées (Togo) con el apoyo de GlaxoSmithKline (GSK) y financiación adicional de la "Tres Cantos Open Lab Foundation (TCOLF)".

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