Investigadores de diversos centros alemanes han descubierto que la predominancia del factor de transcripción RUNX1A promueve la leucemia aguda mieloide en pacientes con trisomía del cromosoma 21. Tanto en un modelo murino como en ratones portadores de xenoinjertos de estos pacientes, los científicos han demostrado la existencia de una fuerte ...
Investigadores de diversos centros alemanes han descubierto que la predominancia del factor de transcripción RUNX1A promueve la leucemia aguda mieloide en pacientes con trisomía del cromosoma 21. Tanto en un modelo murino como en ratones portadores de xenoinjertos de estos pacientes, los científicos han demostrado la existencia de una fuerte dependencia de RUNX1A en las células leucémicas, en un mecanismo por el que la isoforma no patogénica, RUNX1C, es desplazada de su lugar de unión al ADN, dejando vía libre al inicio de un programa oncogénico en el que participan el gen MYC y su cofactor MAX. El restablecimiento de la proporción normal entre RUNX1A y RUNX1C revirtió este proceso, en un efecto que pudo ser reproducido mediante MYCi361, un inhibidor farmacológico de MYC que bloquea su interacción con MAX. El tratamiento in vitro con MYCi361 indujo la apoptosis y la diferenciación parcial de blastos leucémicos derivados de 3 pacientes. Los investigadores constataron un efecto terapéutico similar en blastos de pacientes sin síndrome de Down, en los que la relación entre RUNX1A y RUNX1C se encontraba igualmente alterada.
Jan-Henning Klusmann, científico del Centro Alemán de Investigación Oncológica y director del estudio, afirma que la concentración de MYCi361 tóxica para las células hematopoyéticas sanas es superior a la observada en las leucémicas, lo que proporcionaría una ventana terapéutica. El futuro desarrollo de esta potencial nueva terapia podría evitar la necesidad de quimioterapia en los pacientes con síndrome Down, concluye el investigador.