Investigadores de diversos centros estadounidenses han avanzado la hipótesis de que el tricloroetileno (TCE), compuesto utilizado en múltiples procesos industriales, podría ser un factor relevante en la patogénesis del Parkinson. Aunque el riesgo representado por la exposición directa ya había sido reconocido, el actual estudio propone que la contaminación por ...
Investigadores de diversos centros estadounidenses han avanzado la hipótesis de que el tricloroetileno (TCE), compuesto utilizado en múltiples procesos industriales, podría ser un factor relevante en la patogénesis del Parkinson. Aunque el riesgo representado por la exposición directa ya había sido reconocido, el actual estudio propone que la contaminación por TCE es ubicua, con el consiguiente impacto sobre la creciente prevalencia de esta enfermedad neurológica. Entre los aspectos resaltados por los autores destaca la dificultad en detectar la exposición al TCE y la concurrencia de ésta con otros potenciales contaminantes.
Ray Dorsey, investigador del Centro Médico de la Universidad de Rochester y primer autor del estudio, afirma que el prolongado periodo que transcurre entre la exposición y la aparición de los síntomas obstaculiza aún más el establecimiento de un vínculo sólido. Por ello, los científicos proponen la medición generalizada y sistemática de los niveles de TCE en el suelo, aire y agua, en oposición a los análisis esporádicos en respuesta a incidencias. Dorsey también aboga por la prohibición del TCE, señalando la relación de este compuesto con otros procesos patológicos, tales como el cáncer, abortos espontáneos y malformaciones congénitas. Entre las múltiples ocupaciones susceptibles de exposición al TCE los autores enumeran las relacionadas con el mantenimiento de aeronaves y manufacturación de automóviles, pesticidas, zapatos y productos farmacéuticos.