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El consumo de brócoli protege el revestimiento intestinal

El brócoli contiene ciertas moléculas que se unen a un receptor y ayudan a proteger el revestimiento del intestino delgado, inhibiendo el desarrollo de enfermedades.

10/04/2023

La evidencia ha venido a demostrar que el brócoli es beneficioso para la salud, demostrándose que un mayor consumo de vegetales crucíferos disminuye la incidencia de cáncer y diabetes tipo 2. En un estudio reciente, investigadores de la Universidad de Pennsylvania (EEUU) descubrieron que el brócoli contiene ciertas moléculas ...

La evidencia ha venido a demostrar que el brócoli es beneficioso para la salud, demostrándose que un mayor consumo de vegetales crucíferos disminuye la incidencia de cáncer y diabetes tipo 2. En un estudio reciente, investigadores de la Universidad de Pennsylvania (EEUU) descubrieron que el brócoli contiene ciertas moléculas que se unen a un receptor dentro de los ratones y ayudan a proteger el revestimiento del intestino delgado, lo que inhibe el desarrollo de enfermedades. Los hallazgos respaldan la idea de que el brócoli es verdaderamente un ´superalimento´.

"Todos sabemos que el brócoli es bueno para nosotros, pero ¿por qué? ¿Qué sucede en el cuerpo cuando comemos brócoli?" planteó Gary Perdew, presidente de H. Thomas y Dorothy Willits Hallowell en Ciencias Agrícolas, Penn State. "Nuestra investigación está ayudando a descubrir los mecanismos por los que el brócoli y otros alimentos benefician la salud en ratones y probablemente también en humanos. Proporciona una fuerte evidencia de que las verduras crucíferas, como el brócoli, el repollo y las coles de Bruselas, deben ser parte de una dieta normal y saludable".

Según Perdew, la pared del intestino delgado permite que el agua y los nutrientes beneficiosos pasen al cuerpo, pero evita las partículas de alimentos y las bacterias que podrían causar daño. Ciertas células que recubren el intestino, incluidos los enterocitos, que absorben agua y nutrientes; células caliciformes, que secretan una capa protectora de moco en la pared intestinal; y las células de Paneth, que secretan lisosomas que contienen enzimas digestivas, ayudan a modular esta actividad y a mantener un equilibrio saludable.

En su estudio, publicado en la revista ´Laboratory Investigation´ el equipo de Perdew encontró que las moléculas del brócoli, llamadas ligandos del receptor de arilo hidrocarburo, se unen al receptor arilo de hidrocarburo (AHR), que es un tipo de proteína llamada factor de transcripción. Descubrieron que esta unión inicia una variedad de actividades que afectan las funciones de las células intestinales.

Para realizar su estudio, los investigadores alimentaron a un grupo experimental de ratones con una dieta que contenía un 15 % de brócoli (equivalente a unas 3,5 tazas por día para los humanos) y alimentaron a un grupo de control de ratones con una dieta típica de laboratorio que no contenía brócoli. Luego analizaron los tejidos de los animales para determinar hasta qué punto se activó AHR, así como las cantidades de varios tipos de células y concentraciones de moco, entre otros factores, en los dos grupos.

Los investigadores descubrieron que los ratones que no fueron alimentados con brócoli carecían de actividad AHR, lo que resultó en una función de barrera intestinal alterada, un tiempo de tránsito reducido de los alimentos en el intestino delgado, una disminución en el número de células caliciformes y moco protector, una disminución en la producción de células de Paneth y lisosomas, y una disminución número de células de enterocitos.

"La salud intestinal de los ratones que no fueron alimentados con brócoli se vio comprometida en una variedad de formas que se sabe que están asociadas con enfermedades", según Perdew. "Nuestra investigación sugiere que el brócoli y probablemente otros alimentos pueden usarse como fuentes naturales de ligandos AHR, y que las dietas ricas en estos ligandos contribuyen a la resiliencia del intestino delgado".

En términos más generales, "estos datos sugieren que las señales dietéticas, transmitidas a través de la actividad de AHR, pueden remodelar el repertorio celular y metabólico de la tracto gastrointestinal." añadieron Andrew Patterson, John T. y Paige S. Smith. del Departamento de Toxicología Molecular y de Bioquímica y Biología Molecular.

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