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El virus de Epstein-Barr, sospechoso de inducir algunos tipos de cáncer

La mayoría de las infecciones provocadas por el VEB son leves pero el virus persiste en el cuerpo, quedando latente o inactivo, y a veces reactivándose y provocando infecciones que, a largo plazo, pueden estar relacionadas con afecciones inflamatorias crónicas y múltiples tipos de cáncer.

14/04/2023

El virus de Epstein-Barr (VEB) se transmite fácilmente a través de los fluidos corporales, principalmente la saliva, por tanto, no sorprende que también se encuentre entre los virus más ubicuos: más del 90% de la población mundial ha sido infectada, generalmente durante la infancia. El VEB causa mononucleosis infecciosa y dolencias ...

El virus de Epstein-Barr (VEB) se transmite fácilmente a través de los fluidos corporales, principalmente la saliva, por tanto, no sorprende que también se encuentre entre los virus más ubicuos: más del 90% de la población mundial ha sido infectada, generalmente durante la infancia.

El VEB causa mononucleosis infecciosa y dolencias similares, aunque a menudo no presenta síntomas. La mayoría de las infecciones son leves y pasan, pero el virus persiste en el cuerpo, quedando latente o inactivo, y a veces reactivándose. Las infecciones latentes a largo plazo están asociadas con varias afecciones inflamatorias crónicas y múltiples tipos de cáncer.

En un nuevo estudio, publicado en la revista ´Nature´, investigadores de la Universidad de California en San Diego, el Centro de Cáncer Moores de la UC San Diego y Ludwig Cancer Research en la UC San Diego (EEUU), describen por primera vez cómo el virus explota las debilidades genómicas para causar cáncer al mismo tiempo que reduce la capacidad del cuerpo para suprimirlo.

Dichos hallazgos muestran "cómo un virus puede inducir la escisión del cromosoma 11 humano, iniciando una cascada de inestabilidad genómica que potencialmente puede activar un oncogén que causa leucemia e inactivar un importante supresor de tumores", según el autor principal del estudio, Don Cleveland, profesor de Medicina, Neurociencias y Medicina Celular y Molecular en la Facultad de Medicina de UC San Diego. "Es la primera demostración de cómo se puede inducir selectivamente la escisión de un sitio de ´ADN frágil´".

A lo largo del genoma de cada persona o conjunto completo de genes hay sitios frágiles, regiones cromosómicas específicas con mayor probabilidad de producir mutaciones, rupturas o lagunas al replicarse. Algunos son raros, algunos son comunes; todos están asociados con trastornos y enfermedades, a veces condiciones hereditarias, a veces no, como muchos tipos de cáncer.

En el nuevo estudio, Cleveland y sus colegas se enfocan en EBNA1, una proteína viral que persiste en las células infectadas con VEB. Anteriormente se sabía que EBNA1 se unía a una secuencia genómica específica en el genoma de dicho virus en el origen de la replicación. Los investigadores encontraron que EBNA1 también se une a un grupo de secuencias similares a VEB en un sitio frágil en el cromosoma 11 humano donde el aumento de la abundancia de la proteína desencadena la rotura cromosómica.

Cuando los científicos examinaron los datos de secuenciación del genoma completo para 2.439 cánceres en 38 tipos de tumores del proyecto Pan-Cancer Analysis of Whole Genomes, encontraron que los tumores cancerosos con VEB detectable revelaron niveles más altos de anomalías en el cromosoma 11, incluido el 100% de la cabeza y casos de cáncer de cuello.

"Para un virus ubicuo que es inofensivo para la mayoría de la población humana, la identificación de individuos en riesgo susceptibles al desarrollo de enfermedades asociadas a infecciones latentes sigue siendo un esfuerzo continuo", según la primera autora del estudio, Julia Li, estudiante postdoctoral. compañero en el laboratorio de Cleveland.

Este descubrimiento sugiere, según sus autores, que la susceptibilidad a la fragmentación del cromosoma 11 inducida por EBNA1 depende del control de los niveles de esta proteina producidos en la infección latente, así como de la variabilidad genética en el número de secuencias similares a VEB presentes en el cromosoma 11 en cada individuo.

Estas pistas allanan el camino para la detección de factores de riesgo para el desarrollo de enfermedades asociadas a dicho virus. Además, el bloqueo de EBNA1 para que no se una a este grupo de secuencias en el cromosoma 11 puede aprovecharse para prevenir el desarrollo de enfermedades asociadas con VEB".

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