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La pérdida prolongada del olfato por Covid-19 está vinculada a cambios en el cerebro

Las personas con Covid-19 persistente que sufren pérdida del olfato muestran diferentes patrones de actividad en determinadas regiones del cerebro.

18/04/2023

Según un nuevo estudio dirigido por investigadores de la University College de Londres (UCL), Reino Unido, las personas con Covid-19 persistente que sufren pérdida del olfato muestran diferentes patrones de actividad en determinadas regiones del cerebro. En la investigación se utilizó una resonancia magnética para comparar la actividad cerebral de las ...

Según un nuevo estudio dirigido por investigadores de la University College de Londres (UCL), Reino Unido, las personas con Covid-19 persistente que sufren pérdida del olfato muestran diferentes patrones de actividad en determinadas regiones del cerebro.

En la investigación se utilizó una resonancia magnética para comparar la actividad cerebral de las personas con Covid-19 persistente que perdían el sentido del olfato, aquellas cuyo olfato había vuelto a la normalidad tras la infección y las personas que nunca habían dado positivo en la prueba de Covid-19.

El estudio observacional, publicado en ´eClinicalMedicine´, revela que las personas con pérdida prolongada del olfato por Covid-19 presentan una actividad cerebral reducida y una comunicación alterada entre dos partes del cerebro que procesan información olfativa importante: el córtex orbitofrontal y el córtex prefrontal. Esta conexión no está alterada en las personas que habían recuperado el sentido del olfato después del Covid-19.

Los hallazgos sugieren que la pérdida de olfato, conocida como anosmia, causada por el Covid-19 prolongado está relacionada con un cambio en el cerebro que impide que los olores se procesen adecuadamente. Dado que es clínicamente reversible, como se ha demostrado en algunos sujetos, quizá sea posible volver a entrenar el cerebro para que recupere el sentido del olfato en personas que sufren los efectos secundarios de Covid-19 prolongado.

"El olfato es algo que damos por sentado, pero nos guía de muchas maneras y está estrechamente relacionado con nuestro bienestar general. Nuestro estudio garantiza que, en la mayoría de las personas que recuperan el sentido del olfato, no se producen cambios permanentes en la actividad cerebral", asegura el autor principal del estudio, el doctor Jed Wingrove.

La coautora principal, la profesora Claudia Wheeler-Kingshott afirma que estos hallazgos "ponen de relieve el impacto que Covid-19 está teniendo en la función cerebral y plantean la posibilidad de que el entrenamiento olfativo podría ayudar al cerebro a recuperar las vías perdidas, y ayudar a las personas con Covid-19 prolongado a recuperar su sentido del olfato".

Los investigadores afirman que sus hallazgos también sugieren que los cerebros de las personas con pérdida de olfato prolongado podrían estar compensando este sentido perdido potenciando las conexiones con otras regiones sensoriales: sus cerebros presentaban una mayor actividad entre las partes del cerebro que procesan el olfato y las áreas que procesan la vista (el córtex visual).

La profesora Rachel Batterham, también coautora principal del estudio, asegura que "este es el primer estudio que se conoce en el que se analiza cómo cambia la actividad cerebral en personas con pérdida de olfato prolongada".

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