Una investigación coordinada desde el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), publicada en la revista ´Oncogenesis´, ha logrado nuevos datos en torno al funcionamiento de un complejo de proteínas PKD/COP9, que facilitarán nuevos estudios para buscar tratamientos eficaces contra tumores en los que la expresión de la proteína Spry2 está ...
Una investigación coordinada desde el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), publicada en la revista ´Oncogenesis´, ha logrado nuevos datos en torno al funcionamiento de un complejo de proteínas PKD/COP9, que facilitarán nuevos estudios para buscar tratamientos eficaces contra tumores en los que la expresión de la proteína Spry2 está reducida.
Spry2 es una proteína de andamio, que carece de actividad enzimática y que, cuando tiene alterada su expresión, se relaciona con la aparición y desarrollo de diversos tipos de cáncer. Esta proteína muestra efectos diferentes: en cánceres de mama, próstata, hígado y linfoma difuso de células B, donde se ha encontrado una expresión baja, genera un efecto supresor tumoral, mientras que en cáncer colorrectal y algunos tipos de melanoma su efecto es potenciador, y su expresión aparece aumentada.
Los autores han utilizado diferentes ensayos para revelar la interacción entre Spry2 con la proteína quinasa PKD y el complejo proteico de signalosoma COP9 (conocido como CSN), implicado en el control de estabilidad de las proteínas en eucariotas.
La investigación, liderada desde la Unidad Funcional de Investigación de Enfermedades Crónicas (UFIEC) del ISCIII y el Área de Cáncer (CIBERONC) del Consorcio Ciber del Instituto, demuestra que tanto PKD como el signalosoma CSN tienen un papel significativo en el control de la estabilidad intracelular de Spry2, lo que sugiere que el uso de moléculas que afecten la actividad del complejo PKD/CSN puede ser una buena estrategia para desarrollar tratamientos para tumores en los que la expresión de Spry2 esté reducida.
Los investigadores del ISCIII, la doctora Natasha Zarich y el doctor José María Rojas-Cabañeros, explican que confirmar la relación entre PKD/CSN y el control de la homeostasis intracelular de la proteína Spry2 abre una nueva vía de estudio, aunque advierten de que aún hay que aclarar los procesos celulares que intervienen para poder afinar la búsqueda de posibles terapias.
"Estos nuevos datos confirman el papel oncogénico de CSN y de PKD, por lo que estamos ante una diana potencialmente relevante para buscar nuevos fármacos que actúen sobre el complejo CSN/PKD en diversos tipos de tumores", concluyen los autores.