El microbioma representa aproximadamente la mitad de las células que conforman el organismo humano. Su equilibrio no es constante, hay evidencia que varía sustancialmente con frecuencia, con profundas fluctuaciones que lo transforman según las estaciones o, incluso, en el mismo día, según un estudio que será presentado la próxima semana en Chicago (EEUU) en el marco de la Semana de las Enfermedades Digestivas.

Dichas fluctuaciones en la composición del microbioma podrían tener amplias implicaciones para la salud y la medicina, según se avanza en el estudio. "Es posible que haya que asociar la comprensión de cómo las estaciones afectan la salud y la enfermedad en el contexto de un microbioma que es mucho más variable y dinámico de lo que se pensaba", según señaló la prof. Carolina Dantas Machado, autora principal del estudio e investigadora en el laboratorio del Dr. Amir Zarrinpar, de la Universidad de California, San Diego.

Para este estudio, los investigadores revisaron los datos de unas 20.000 muestras de heces recolectadas por el American Gut Project, el proyecto de microbiomas de ciencia ciudadana más grande del mundo, de países de todo el mundo entre 2013 y 2019. Al analizar la hora, la fecha y el lugar de recolección, los investigadores encontraron casi 60 % de los phyla (grupos relacionados de bacterias) tienen un ciclo distinto de 24 horas. Las fluctuaciones estacionales fueron aún más pronunciadas, con ciertos tipos de bacterias siguiendo uno de dos patrones distintos en el transcurso de un año.

Dieta y sueño

El Dr. Zarrinpar y su equipo consideran que la dieta y el sueño probablemente sean factores importantes en las fluctuaciones diarias."Se puede considerar que el ambiente intestinal es radicalmente diferente en términos de disponibilidad de agua y nutrientes y pH cuando la persona está durmiendo en comparación con justo después de desayunar", indicó el Dr. Zarrinpar. Sin embargo, la variación estacional es más difícil de explicar, pero los investigadores están explorando datos por latitud y clima, lo que podría indicar si la luz y la temperatura juegan un papel. El polen y la humedad se encuentran entre otras posibles influencias.

Los autores consideran estos hallazgos importantes no solo para otros investigadores que estudian el microbioma, sino también para aquellos cuya investigación podría verse afectada por la variación en el microbioma, como los estudios de medicamentos en los que el microbioma puede desempeñar un papel en la metabolización de medicamentos.

Por otra parte, advierten de que "el momento de la recolección de muestras de heces podría influir en los resultados de la investigación de manera inesperada, especialmente para estudios más pequeños".