Inteligencia Artificial (IA) ha sido, con bastantes probabilidades, uno de los conceptos más en boga durante el desarrollo del 50º Congreso Nacional de Dermatología de Santiago de Compostela, organizado por la Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV), que este viernes ha celebrado su tercera jornada, cuya apertura ha girado ...
Inteligencia Artificial (IA) ha sido, con bastantes probabilidades, uno de los conceptos más en boga durante el desarrollo del 50º Congreso Nacional de Dermatología de Santiago de Compostela, organizado por la Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV), que este viernes ha celebrado su tercera jornada, cuya apertura ha girado en torno al rol que cumplirán las nuevas tecnologías en el futuro de la Dermatología. Sin ir más lejos, un reciente estudio publicado en 2021 en `Actas Dermo-Siliográficas´ estimó en torno al 70% el porcentaje de casos dermatológicos potencialmente manejables a distancia.
En el ámbito de las herramientas diagnósticas, la IA tiene una indiscutible ventaja, como ha quedado patente en las diversas ponencias del simposio `Inteligencia Artificial en la práctica clínica. Lo que ya existe´, coordinado por los doctores Dominique Du Crest, dermatólogo en París (Francia) y los profesionales del Hospital Universitario Virgen del Rocío (Sevilla), José Juan Pereyra Rodríguez y Julián Conejo-Mir.
Respecto a su aplicación en ecografía cutánea, Fernando Alfageme Roldán, del Hospital Universitario Puerta de Hierro, Majadahonda (Madrid), ha reivindicado el liderazgo de los dermatólogos, con "potentes" herramientas de Machine Learning ya disponibles para su uso. Incluso ha invitado a sus colegas a probar cómo funciona a través de proyectos accesibles como Teacheable Machine, desarrollado por Google y que basa su uso precisamente en la base del aprendizaje de imágenes. Tras establecer las categorías por las que se rija el algoritmo y se suban los archivos de imagen, la interfaz muestra un output que, en el ejemplo que ha puesto relativo a melanoma, ofrecería la probabilidad de benignidad o malignidad que el profesional contrastaría con sus hipótesis. No obstante, los resultados relativos a algunos estudios comparativos que ha mencionado arrojaban que los resultados llegaban a ser muy similares (estando por encima del 60% de coincidencia).
IA en melanoma y nevus
El propio Pereyra ha explicado que la sensibilidad de la actual IA en melanomas rondaría el 80% en modelos predictivos. Además, ha enfatizado la predicción de Breslow, quizá la más novedosa actualmente a la hora de diferenciar melanomas invasivos y gruesos. Pero hay más posibilidades en este campo, como el Deep Transfer Learning: redes entrenadas "con miles o millones de imágenes cotidianas del día a día" que ya diferencian pequeños matices como bordes o curvas.
Asimismo ha destacado cómo estas máquinas están siendo entrenadas para apreciar y clasificar las diferencias en base a capas de micropigmentación en este tipo de neoplasias, con utilidad "en la predicción de índices prequirúrgicos", ahorrando tiempo y costes en especial a la sanidad pública. Aunque el futuro es esperanzador, ha precisado que cualquier uso de IA debería basarse en sistemas tutor-alumno, los cuales requerirían de una supervisión humana que dicte lo que la herramienta debería clasificar. A mayor número, mayor precisión.
IA y alopecia
La potencialidad de las nuevas tecnologías aplicadas a la alopecia y sus diversos subtipos ha llevado al dermatólogo del Hospital de Manises (Valencia), Antonio Martorell Calatayud, a citar el dato ofrecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) relativo a que hasta el 70% de posibles clientes en este mundo podrían circunscribirse en la Tricología. Conlleva un diagnóstico precoz clave, entre otros, por la dimensión coste-efectiva. Genera especial interés en alopecia androgenética por los retos que supone.
Entre ellos, ha destacado las limitaciones que tiene la IA para identificar los folículos, que suele resolverlos como si fueran "un artefacto" (no pasa así con infecciones fúngicas). No obstante, ya se llevan a cabo entrenamientos a nivel de alopecia areata, tanto para clasificarla como para predecirla.
Hay varios modelos en el mercado que refinan los algoritmos. Uno de los que ha presentado ha sido ScalpEye, en el que ingenieros entrenan algoritmos en las patologías más comunes y generan un aparato que procesa imágenes, se conecta a una API integrada en una aplicación y esta ofrece información sobre distintas características del paciente: la caspa, la foculitis, la pérdida de cabello o el pelo graso. Al respecto, ha mencionado la iniciativa Skiana, una app móvil presentada este mismo viernes que se focaliza en el uso por parte de pacientes, "pero siempre teniendo al lado al dermatólogo".
IA y estética
No podía faltar la aplicación de esta nueva tecnología en el plano estético, del que ha dado unas pinceladas Conejo-Mir. En especial, tiene su punto fuerte en el análisis de imágenes faciales, con múltiples aplicaciones ya disponibles de manera gratuita. En paralelo, hay sistemas diagnósticos como Visia, que sirve al mismo tiempo para la detección de lesiones y aporta una previsión. Además, ofrecerá la posibilidad de que el paciente sepa "las expectativas que va a tener con el uso de algún producto".
Desde su centro trabajan ya con modelos de tokenización para el desarrollo de asistentes virtuales de consulta. Todavía en proceso de desarrollo, requiere de ajustes en el algoritmo, en especial al establecer un patrón de sentimientos para su interactuación con el paciente. Además, desde el hospital andaluz se realizó una encuesta a los pacientes sobre las implicaciones que tenía para ellos el uso de las máquinas en sus consultas y como apoyo. En resumen, los ciudadanos apoyaron que tenga un papel más asistencial, pero se mostraron reticentes o desconfiados a que vayan a ofrecer un diagnóstico preciso o a pagar por sus servicios.
¿Qué es el "dermoverso"?
El simposio también ha dado cabida a las implicaciones del metaverso para la especialidad. Miriam Fernández Parrado, del Complejo Hospitalario de Navarra, en Pamplona, ha sacado a colación casos relativos a Dermatología Pediátrica, donde el uso de Realidad Aumentada o Inmersiva está permitiendo realizar, con menos niveles de ansiedad o estrés, procedimientos incómodos o dolorosos a los niños.
Es decir, podría ayudar a mejorar el cumplimiento del paciente con su tratamiento. Podría ser así en aquellos diagnosticados con dermatitis alérgica de contacto, ha señalado. Igualmente tendría recorrido en la industria dermocosmética (con primeros intentos por parte de algunas marcas), o a nivel quirúrgico. Este universo virtual está exento de retos, como la presencia de hackers o la brecha digital.
Precisamente este nuevo entorno fue objeto de análisis durante el último Skin Digital Summit 2023, que ha presentado Du Crest.