Investigadores del Institut de Ciència i Tecnologia Ambientals de la Universitat Autònoma de Barcelona (ICTA-UAB) y del Institut d´Investigació Biomèdica de Girona (Idibgi) han determinado en un estudio que los adolescentes que consumen una mayor cantidad de alimentos y bebidas ultraprocesadas presentan mayores dificultades relacionadas con su salud mental. El trabajo, ...
Investigadores del Institut de Ciència i Tecnologia Ambientals de la Universitat Autònoma de Barcelona (ICTA-UAB) y del Institut d´Investigació Biomèdica de Girona (Idibgi) han determinado en un estudio que los adolescentes que consumen una mayor cantidad de alimentos y bebidas ultraprocesadas presentan mayores dificultades relacionadas con su salud mental.
El trabajo, en el que también colaboran la Facultad de Medicina y el Institut de Neurociències de la UAB y la Agencia de Salud Pública de Barcelona, analiza los hábitos de unos 500 adolescentes españoles de entre 13 y 18 años, informa la universidad en un comunicado.
La investigación muestra una asociación directa entre un elevado consumo de alimentos y bebidas ultraprocesadas, el malestar emocional y los problemas de conducta, así como la asociación con el bajo estado de ánimo reportado por los adolescentes que participaron en el estudio.
El consumo medio es de 7,7 ultraprocesados: la mayoría asegura consumir embutidos, galletas y carnes procesadas (50-60%); productos de chocolate, aperitivos, bebidas de chocolate y salsas (40-50%); y yogures de sabores, panes procesados, bollería, cereales azucarados, refrescos, zumos de fruta envasados y patatas fritas procesadas (30-40%).
Respecto al consumo de frutas y verduras, los adolescentes han declarado un consumo medio de 1,93 raciones/día, "muy alejado" de las cinco raciones al día recomendadas, y han afirmado realizar actividad física una media de 2,9 días a la semana.
Un 26,2% de los participantes presenta algún tipo de problema psicosocial: un 33,9% en relación con el malestar emocional, principalmente depresión o ansiedad; un 9,5% referente a problemas de atención; y un 3,9% relacionado con problemas de tipo conductual.