La estimulación magnética transcraneal contribuye a una reducción en el número de consultas en los servicios de salud mental y a un menor consumo de medicamentos para el dolor. Así lo aseguran los expertos que han participado en la mesa del XIX Congreso de la Sociedad Española del Dolor (SED), ...
La estimulación magnética transcraneal contribuye a una reducción en el número de consultas en los servicios de salud mental y a un menor consumo de medicamentos para el dolor. Así lo aseguran los expertos que han participado en la mesa del XIX Congreso de la Sociedad Española del Dolor (SED), dedicada a debatir sobre las aplicaciones de este tratamiento.
"La estimulación magnética transcraneal colabora en lograr un sistema sanitario más sostenible por sus beneficios directos e indirectos, asociados al aumento en la calidad de vida, de aquellos pacientes que responden a esta terapia", afirma el doctor Edgar Buloz, médico especialista en Medicina Física y Rehabilitación del Instituto Guttman de Barcelona.
La estimulación magnética transcraneal es una técnica que utiliza campos magnéticos para estimular áreas específicas del cerebro. Se basa en el principio de la inducción electromagnética, mediante el cual se generan corrientes eléctricas débiles en el cerebro, lo que puede modular la actividad neuronal. "Se trata de una herramienta más dentro del arsenal terapéutico, con evidencia sobre su utilidad en el tratamiento del dolor neuropático y la fibromialgia. Es una terapia no dolorosa, segura y sin complicaciones severas asociadas", explica el doctor Buloz.
Los participantes en la mesa de debate de la SED han advertido sobre la importancia de aplicar esta terapia como un complemento de otras, solo por parte de equipos expertos de diferentes disciplinas especializados en dolor y con objetivos claros e individualizados.
Evidencia reciente
Según una revisión de estudios reciente, publicada en la revista Pain Medicine, la estimulación magnética transcraneal es capaz de aliviar el dolor y mejorar la calidad de vida de los pacientes con fibromialgia y dolor crónico. Otra revisión publicada en Archives of Physical Medicine and Rehabilitation el año pasado mostró similares resultados.
Por otra parte, un estudio llevada a cabo por especialistas españoles y publicado en la revista Physical Therapy and Rehabilitation Journal analizó el efecto de la estimulación magnética transcraneal en mujeres con fibromialgia. Los investigadores concluyeron que las mujeres tratadas con esta terapia mostraron una mejora en el umbral medio de dolor, en la percepción del impacto general de la enfermedad, en la resistencia y capacidad funcional y una reducción en la ansiedad, depresión y estrés.
Los orígenes de la técnica se remontan a los experimentos realizados por el físico británico Michael Faraday en la década de 1830, según comentaron los expertos. Faraday descubrió que, al aplicar corrientes eléctricas variables en una bobina, se generaba un campo magnético en el espacio circundante. Este principio se conoce como la ley de Faraday de la inducción electromagnética y sentó las bases para el desarrollo de la nueva terapia. En la década de 1980, se realizaron avances significativos cuando Anthony T. Barker y sus colegas en el Reino Unido desarrollaron un dispositivo capaz de generar campos magnéticos de alta intensidad y focalizados en áreas específicas del cerebro, que se convirtió en el precursor de la técnica moderna de estimulación magnética transcraneal.