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Cribado, diagnóstico precoz e investigación: la tríada para hacer frente al cáncer

Por decimoquinta ocasión, la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y la biofarmacéutica MSD han organizado su ya tradicional Seminario para periodistas. Esta edición, que se ha celebrado en Barcelona bajo el título ‘Entendiendo el cáncer en estadio precoz’, ha puesto en valor el fundamental papel que tienen los cribados de cáncer, las implicaciones de un diagnóstico temprano o los avances que han supuesto los tratamientos neoadyuvantes y adyuvantes en ciertos tumores, entre otros.

26/05/2023

Tan solo en 2023, se estima que en España se diagnosticarán 279.260 tumores, según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), siendo la segunda causa de defunción tras las enfermedades cardiovasculares. Su incidencia y mortalidad hacen clave cualquier avance que se produzca en los tratamientos oncológicos, pero también en las ...

Tan solo en 2023, se estima que en España se diagnosticarán 279.260 tumores, según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), siendo la segunda causa de defunción tras las enfermedades cardiovasculares. Su incidencia y mortalidad hacen clave cualquier avance que se produzca en los tratamientos oncológicos, pero también en las técnicas diagnósticas y en los cribados. "Es importante diagnosticar el cáncer lo más precoz posible. Estamos en una nueva era en la que estamos ya dando tratamientos a personas operadas para mejorar las expectativas de supervivencia", ha detallado Enriqueta Felip, presidenta de SEOM, en la inauguración del XV Seminario de Periodistas, organizado por dicha sociedad científica y la biofarmacéutica MSD.

"Estamos cercando cada vez más el cáncer", ha asegurado, por su parte, Cristina Nadal, directora ejecutiva de Policy de MSD España, quien ha resaltado que ya no hablamos solo de cuidados paliativos o de acompañar en los últimos años de vida a los pacientes, sino que "estamos hablando de curación" en determinados casos.

Importancia del cribado

Y para ello son claves el diagnóstico precoz y los cribados de cáncer. Términos que a menudo pueden provocar confusión, pero que Josep Maria Borràs, coordinador científico de la Estrategia en Cáncer del SNS, se ha encargado de discernir: el screening o cribado es detectar el cáncer antes de que el paciente pueda percibir los síntomas, mientras que el diagnóstico precoz consiste en diagnosticar cuanto antes una vez el paciente tiene ya síntomas. "Nosotros como sistema sanitario invitamos a los pacientes a que participen en una prueba de cribado. Hacemos una invitación a pacientes sin síntomas, pero con una percepción de que pueden tener un cierto riesgo", ha señalado Borràs en relación a los cribados, y ha añadido: "De esta forma, conseguimos mejorar la equidad de acceso, logrando que participen las personas con peor acceso al SNS. Nos permite también monitorear y valorar el proceso y los resultados clínicos". Asimismo, permiten reducir el estadio en diagnóstico y, por lo tanto, aumentan las posibilidades de un tratamiento más conservador, con una reducción de la mortalidad específica.

Actualmente, en España hay recomendados tres cribados: cáncer de mama en mujeres de entre 50 y 69 años a través de una mamografía cada dos años; el de colon y recto, mediante la detección de sangre oculta en heces en personas entre 50 y 69 años; y el de cuello uterino, mediante detección del virus del papiloma humano (VPH) en combinación con la vacunación del mismo. Pese a estar implantados en todo el territorio, la adherencia no es la misma. Aunque no hay duda de que son efectivos: "El 30% de los casos de cáncer de mama son diagnosticados a través de los cribados", según ha detallado Borràs, quien también ha señalado que el porcentaje es similar en el caso del cáncer de colon, aunque la adherencia a estos últimos es menor. "El cáncer de colon es un cáncer poco conocido, si juntamos hombres y mujeres es el más frecuente, pero no tiene la visibilidad del cáncer de mama. Eso lleva a que la participación en el cribado no sea la que querríamos". "Para que un cribado funcione, tiene que haber una participación mínima del 70%, ha explicado Borràs, para quien no hay duda de que "el cribado genera diagnósticos".

A día de hoy, se está trabajando en la posible implantación de dos cribados más: el de cáncer de pulmón y el de cáncer de próstata. Sin embargo, todavía hay algunos temas pendientes por definir como la población de riesgo o la estrategia.

Por otra parte, Borràs no ha pasado por alto algunos de los inconvenientes de los cribados poblacionales. Uno de ellos son los falsos positivos o negativos, con las consecuentes pruebas adicionales innecesarias o la falsa seguridad de riesgo. Otro aspecto es el del sobrediagnóstico y sobretratamiento, detectando patologías que a lo mejor no evolucionarán. "También hay que valorar si el cribado oportunista tiene un rol positivo desde una perspectiva individual y si este es suficiente o solo debemos defender el beneficio poblacional y la equidad", ha indicado Borràs, quien también ha puesto sobre la mesa los límites de edad de los screenings: "Tendríamos que ser más flexibles para ampliar estos límites de edad, pero la evidencia no es tan clara y cuesta, sobre todo en cáncer de mama". Los pacientes con mayor edad suelen participar menos de los cribados, cuando tendría que ser al revés, pues con la edad se incrementa la probabilidad de padecer un cáncer.

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Abordaje multidisciplinar gracias a los comités

Otro de los grandes retos en Oncología es el del diagnóstico precoz: "Tenemos un problema importante de cuando el paciente llega con los primeros síntomas. Tenemos un campo de mejora porque tenemos que agilizar el periodo que transcurre desde los primeros síntomas del paciente hasta el diagnóstico", ha explicado María José Safont, oncóloga médica del Consorcio Hospitalario General Universitario de Valencia, en la mesa redonda "Cáncer en estadio localizado: implicaciones en diagnóstico y abordaje multidisciplinar". Según ella, desde los comités multidisciplinares "tenemos un papel importante para tener un mayor contacto con Primaria", aunque también es importante que los pacientes estén más concienciados sobre los síntomas de alarma del cáncer.

Nuria Domenech Climent, responsable vocal de la junta de dirección de la Sociedad Española de Enfermería Oncológica (SEEO), ha destacado el papel fundamental de la enfermera en general, y de la gestora de casos, en concreto. Un rol que no está implantado en todos los hospitales, pero sí debería estarlo, pues "es quien recoge a ese paciente en su inicio y le acompaña en su proceso".

Y es que, tal y como ha explicado Marta Pérez, paciente oncológica, el proceso hasta la detección del cáncer es largo, pasando por varios médicos y especialista. Aunque la cosa cambia una vez detectado el cáncer: "Sientes que el sistema te acoge, y tiene un plan, aunque el camino hasta el diagnóstico fue duro".

No obstante, hay un claro gap entre la sintomatología y el medir los tiempos. "Aunque hay programas de circuito rápido de detección (en cáncer de pulmón, por ejemplo, son menos de 30 días), a veces el material no es suficiente, la biopsia no es adecuada, está defectuoso el material y se requieren pruebas adicionales", Javier Hernández Losa, anatomía patológica Hospital Vall d´Hebron, quien ha reconocido que "hay que medir los tiempos".

De lo que no hay duda es del papel crucial que juegan los comités multidisciplinares a la hora de tomar decisiones: "Te permiten autoauditarte y ver dónde están los fallos". "Hay que darle la relevancia que tienen. No podemos plantear tratar un paciente sin que pase por allí", según Safont. Unos comités que, para Doménech, necesita contar con "la visión de los cuidados de enfermería", pero también, según el caso, con psicooncólogos, trabajadores sociales, endocrinólogos, nutricionistas, rehabilitadores e, incluso, informáticos y biólogos moleculares. "Antes de tomar cualquier decisión, tenemos características moleculares que individualizan el tratamiento. No deberíamos tratar un paciente sin tenerlo todo claro", ha señalado Safont. Y como no, el paciente: "Creo que es importante que vaya al comité el especialista que conoce al paciente. Que explique no solo su enfermedad, sino también qué espera el paciente conseguir con el tratamiento".

Finalmente, también han puesto sobre la mesa el reto de los largos supervivientes. "Muchos pacientes cuando termina piensan: ¿y ahora qué? Después no los recoge nadie. Sin embargo, en otras patologías hay una ruta asistencial de continuidad de cuidados, pero en Oncología no existe", ha criticado Domenech.

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En el seminario, también ha habido tiempo para hablar sobre investigación y cómo la investigación clínica, aparte de aportar datos de seguridad y eficacia, también nos puede ayudar a ver cómo trabajar las rutas asistenciales. Así lo ha explicado Lourdes López-Bravo, directora ejecutiva de Investigación Clínica MSD España, que ha recordado que España sigue siendo un hub en investigación clínica a nivel mundial. "En 2022 se aprobaron más de 900 ensayos y más de 107.00 pacientes fueron tratados con fármacos en investigación, siendo la Oncología el área prioritaria".

Actualmente, se ha conseguido realizar ya ensayos clínicos en estadios tempranos: "Estos estudios suponen un reto porque están contribuyendo a diseñar nuevos flujos asistenciales, que requiere este perfil de paciente, reforzando aún más el abordaje multidisciplinar del cáncer en fases más iniciales", ha resaltado la directora ejecutiva de Investigación Clínica MSD España, compañía que tiene más de 20 moléculas en investigación.

Y es que las investigaciones ya no se centran solo en cánceres avanzados, sino que ya es una realidad "los estadios tempranos en tratamientos de adyuvancia en cáncer de mama", o en otras indicaciones como el melanoma o el cáncer renal.

Cáncer localizado

La última mesa redonda titulada "Neoadyuvancia y adyuvancia: ¿cómo tratamos el cáncer localizado? ha desgranado algunos de los avances en tratamiento perioperatorio en cáncer de mama, de pulmón y melanoma.

En el primer caso, el cáncer de mama, César Rodríguez, vicepresidente de SEOM y jefe de Sección del Servicio de Oncología Médica del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca, ha recordado que el reto pasa por "no llegar a la enfermedad metastásica", pues esta sigue siendo incurable. Pese a que la mortalidad de este cáncer está en descenso (diagnósticos más precoces y avances en los tratamientos), es la primera causa de muerte en mujeres en nuestro país (aunque en breves será superado por el cáncer de pulmón). El tratamiento del cáncer de mama cuenta, actualmente, con tratamiento neadyuvante, aquel que se administra antes de la cirugía, y el adyuvante, tras la cirugía. Rodríguez ha querido resaltar que "el tratamiento neoadyuvante no se da para hacer el tumor más pequeño y operarlo mejor", sino que, actualmente, "la neoadyuvancia es el mejor modelo para tratar a los pacientes desde punto de vista sistémico", pues permite una elección más selectiva basada en las características biológicas del tumor.

cribado-diagnostico-precoz-e-investigacion-la-triada-para-hacer-fAsí, ahora, ya no se tratan a todos los pacientes de cáncer de mama de manera igual. Gracias a la posibilidad de integrar la información clínico biológica molecular, se pueden tomar decisiones individualizadas que antes no eran posibles. "La neoadyuvancia es el modelo ideal porque permite integrar la información clínico oncológica molecular y seguir de manera individualizada al paciente", ha asegurado, Rodríguez, quien también ha puesto el acento en que "en este momento es tan importante añadir medicamentos (saber qué dar a las pacientes con peor pronóstico) como saber desescalar". Finalmente, ha resaltado la necesidad de "intentar incorporar de manera ágil y equitativa la innovación, y potenciar los comités de tumores y moleculares".

Otro cáncer que se ha visto beneficiado del tratamiento neoadyuvante ha sido el de pulmón. Así, Dolores Isla, jefa del Servicio de Oncología Médica del Hospital Lozano Blesa de Zaragoza, se ha centrado en el abordaje del paciente con cáncer de pulmón localizado: "En estos casos, además del tratamiento local, consideramos administrar terapias complementarias para conseguir un mejor control de la enfermedad; el objetivo fundamental de es mejorar el porcentaje de curaciones o, al menos, retrasar la recurrencia de la enfermedad".

"Se han conseguido grandes avances en estos últimos años gracias a una investigación intensa y eficaz y esta investigación continúa muy activa, lo que nos hace albergar muchas esperanzas de cara al futuro", ha añadido la Dra. Isla, quien ha explicado que también en el abordaje del cáncer de pulmón en estadios precoces "es necesaria una estrecha colaboración multidisciplinar entre todos los profesionales implicados, así como un correcto diagnóstico molecular, para poder ofrecer la mejor atención posible a estos pacientes".

Si bien la neoadyuvancia ha llegado al cáncer de pulmón y de mama, en el de melanoma todavía no está aprobada. El melanoma es fácilmente prevenible, fácil de diagnosticar en estadios localizados y, cuando están localmente avanzado o metastásico, la cirugía puede ser curativa. "La cirugía por ahora es el único tratamiento curativo", ha indicado tal y como ha explicado Margarita Majem, oncóloga médico del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona. En los últimos años, se han incorporado la inmunoterapia y las terapias dirigidas en el melanoma, lo que ha supuesto una revolución para los pacientes. Lo que sí hay son tratamientos adyuvantes que, junto a la inmunoterapia, permiten mejorar la eficacia, la supervivencia libre de progresión y también la supervivencia global. "Es importante ofrecer a los pacientes un tratamiento que ofrezca calidad de vida, no que empeore su calidad".

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