Hay evidencia de la existencia de un vínculo entre obesidad infantil y pubertad temprana. Y es que cuanta más grasa corporal tenga un niño, mayor será su probabilidad de comenzar la pubertad a una edad más temprana. Sin embargo, hasta ahora no se tiene demasiado conocimiento sobre la conexión. En este sentido, un equipo de científicos investigadores de la Universidad de Copenhague (Dinamarca) ha encontrado parte de la respuesta en un llamado "organismo modelo" que es genéticamente similar a los humanos, es decir, en las moscas de la fruta Drosphila.

"Nuestros resultados demuestran que la cantidad de el colesterol en el tejido adiposo y en ciertas células de apoyo en el cerebro afecta el crecimiento de las moscas de la fruta y controla cuándo alcanzan la madurez. Creemos que lo mismo puede aplicarse a los humanos, es decir, que el colesterol en el tejido adiposo puede ayudar a explicar la conexión entre la obesidad infantil y la pubertad temprana", explicó el prof. Kim Rewitz, autor principal del estudio, publicado en la revista ´Current Biology´.

El papel del colesterol

El prof. Rewitz y el equipo de investigación del Departamento de Biología probaron su hipótesis poniendo larvas de mosca de la fruta en una "dieta grasosa" de alimentos llenos de colesterol. El desarrollo de estas larvas se comparó con larvas que no habían recibido la dieta alta en colesterol. "Observamos que las larvas en la dieta de colesterol crecieron constantemente más rápido y entraron en la "pubertad" antes. Resultó que el aumento del colesterol almacenado en la grasa corporal de las moscas de la fruta y las células de apoyo en el cerebro aumenta la liberación de hormonas de crecimiento que causan la animales a crecer más rápido. El crecimiento y el tamaño son una señal para el cuerpo de cuándo desencadenar la pubertad", indicó Kim Rewitz.

Las moscas de la fruta tienen un mecanismo que detecta cuánto colesterol se almacena en su grasa corporal y apoya a las células en el cerebro. En cierto punto, el sistema envía una señal a los centros del cerebro que desencadena la maduración mediante la producción de hormonas esteroides. "En los humanos, estos corresponden a la testosterona y el estrógeno", según el prof. Kim Rewitz. Sin embargo, también significa que "si la cantidad de colesterol almacenado aumenta, el organismo puede fallar en estimar su tamaño total con precisión, por lo que alcanza el punto de control de peso crítico antes de lo normal", agregó.

"Debido a que los niños con sobrepeso tienen más grasa corporal, probablemente también habrán almacenado más colesterol en un punto anterior de su desarrollo. Entonces, si nuestra suposición de que el mismo mecanismo existe en humanos es cierta, podría ayudar a explicar la pubertad temprana en niños obesos ", indicó el investigador.

"La pubertad temprana es un problema creciente en todo el mundo. Ahora que conocemos una parte importante de la explicación de cómo se conectan la obesidad y la pubertad temprana, podemos establecer mejor la gran importancia que tiene la obesidad para el desarrollo infantil. A partir de entonces, podemos ver si se pueden encontrar nuevas formas de abordar el problema. Por el momento, los cambios en el estilo de vida son probablemente la mejor solución", concluyó Kim Rewitz.