Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Friburgo (Alemania) han obtenido nuevos conocimientos significativos sobre los procesos metabólicos en el riñón. Dichos descubrimientos, difundidos en ´Nature Genetics´, podrían conducir a una mejor comprensión de las enfermedades y nuevos enfoques para su tratamiento. "Este estudio abre nuevos conocimientos sobre ...
Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Friburgo (Alemania) han obtenido nuevos conocimientos significativos sobre los procesos metabólicos en el riñón. Dichos descubrimientos, difundidos en ´Nature Genetics´, podrían conducir a una mejor comprensión de las enfermedades y nuevos enfoques para su tratamiento.
"Este estudio abre nuevos conocimientos sobre el metabolismo y sus vínculos con la salud. Proporciona información valiosa que podría ayudarnos a comprender mejor las enfermedades y, por lo tanto, proporcionar una base para nuevas opciones de tratamiento", aseguró la prof. Dra. Anna Köttgen, directora del Instituto de Epidemiología Genética del Centro Médico de la Universidad de Friburgo.
Los científicos del Instituto de Epidemiología Genética del Centro Médico de la citada Universidad midieron moléculas diminutas, denominados metabolitos, que se encuentran en la sangre y la orina, en muestras de más de 5.000 participantes del estudio, por tanto, tuvieron que analizar grandes cantidades de datos y comprender relaciones genéticas complejas. Mediante el análisis de todo el genoma, los investigadores identificaron 1.299 alteraciones genéticas que afectan a los metabolitos en el plasma sanguíneo y la orina.
"En particular, la comparación de metabolitos de muestras de plasma y orina y su base genética, que se conoce como multi- análisis matricial, consume mucho tiempo. Sin embargo, ofrece la posibilidad de distinguir si ciertos cambios metabólicos ocurren principalmente en el propio riñón o se distribuyen por todo el cuerpo. Además, de esta forma pudimos observar una parte mucho mayor de los procesos metabólicos humanos que a partir del mero estudio de la sangre", señaló el Dr. Pascal Schlosser, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Friburgo y el Instituto de Epidemiología Genética del Centro Médico.
Entre otras cosas, los investigadores pudieron demostrar que la enzima DPEP1 no solo tiene funciones importantes en el riñón, sino que también opera en diferentes partes del cuerpo. Por ejemplo, el aumento de la actividad de DPEP1 se asoció con un mayor riesgo de osteoartritis, pero al mismo tiempo con un menor riesgo de hipertensión.
"Estos hallazgos pueden ayudarnos a considerar los posibles efectos secundarios de los nuevos medicamentos durante su proceso de desarrollo", indicó la primera autora Nora Scherer , también del Instituto de Epidemiología Genética del Centro Médico de la Universidad de Friburgo.