El sistema nervioso entérico (SNE) es una red compleja que se extiende a lo largo de todo el tracto gastrointestinal. Consta de alrededor de 100 millones de células nerviosas, controla de forma autónoma los procesos digestivos y, a menudo, se lo denomina el segundo cerebro de los humanos. Pero su ...
El sistema nervioso entérico (SNE) es una red compleja que se extiende a lo largo de todo el tracto gastrointestinal. Consta de alrededor de 100 millones de células nerviosas, controla de forma autónoma los procesos digestivos y, a menudo, se lo denomina el segundo cerebro de los humanos. Pero su función va mucho más allá de la digestión: investigaciones recientes han demostrado que el SNE se comunica estrechamente con el sistema nervioso central (SNC), es decir, el cerebro y la médula espinal.
"El eje intestino-cerebro no es una calle de sentido único; ambos sistemas nerviosos se influyen mutuamente. La comunicación entre el SNE y el SNC está actualmente asociada con la patogenia de varias enfermedades neurológicas como la enfermedad de Parkinson y la enfermedad de Alzheimer, así como la depresión", según el profesor Carsten Theiß, jefe del Departamento de Citología de la Universidad Ruhr de Bochum (Alemania).
La dieta de una persona tiene un impacto directo en el microbioma intestinal, que a su vez interactúa con el ENS. Los estudios muestran que la composición del microbioma también puede afectar el SNC a través del eje intestino-cerebro, especialmente a través del nervio vago, y promover enfermedades como la enfermedad de Parkinson. Por lo tanto, una dieta equilibrada no solo puede contribuir a la preservación de las células nerviosas en el intestino, sino que también puede retrasar la enfermedad de Parkinson durante muchos años o incluso prevenirla por completo.
Efecto protector de la progesterona
En este contexto, estudiantes de doctorado en medicina del Departamento de Citología de la Facultad de Medicina de la Universidad Ruhr de Bochum, Paula Neufeld y Lennart Stegemann han logrado demostrar un efecto protector de la hormona esteroide natural progesterona en las células nerviosas del ENS.
En una serie de experimentos, cultivaron células nerviosas del ENS durante varias semanas y las trataron con una toxina celular para simular condiciones dañinas similares a la enfermedad de Parkinson. Encontraron que las células nerviosas que fueron tratadas adicionalmente con progesterona murieron con una frecuencia significativamente menor que las células no tratadas.
"Nuestra investigación proporciona información importante para completar nuestro conocimiento básico sobre el papel de los receptores de progesterona en el sistema nervioso entérico. Esto abre vías completamente nuevas para estudiar los mecanismos de acción neuroprotectores de la progesterona dentro y fuera del tracto intestinal", indicó Paula Neufeld.
Por su parte, Lennart Stegemann considera que "este estudio podría allanar el camino para nuevos enfoques terapéuticos basados en hormonas esteroides. También existe la esperanza de que los enfoques terapéuticos basados en esteroides puedan ayudar a ralentizar o incluso detener las enfermedades neurodegenerativas".