El 27 de enero de 2022 la Agencia Europea del Medicamento (EMA) aprobó la comercialización de Paxlovid®, el primer fármaco por vía oral para combatir al coronavirus capaz de reducir el 89% de hospitalizaciones en pacientes de alto riesgo y reducir considerablemente el número de muertes. Inicialmente existió una disponibilidad ...
El 27 de enero de 2022 la Agencia Europea del Medicamento (EMA) aprobó la comercialización de Paxlovid®, el primer fármaco por vía oral para combatir al coronavirus capaz de reducir el 89% de hospitalizaciones en pacientes de alto riesgo y reducir considerablemente el número de muertes. Inicialmente existió una disponibilidad limitada de esta nueva alternativa terapéutica, por lo que la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) estableció unos criterios para priorizar la administración de esta alternativa -que se fueron modificando y actualizando según aumentaba la disponibilidad del fármaco- y la necesidad de una validación farmacéutica previa a su dispensación debido al perfil de interacciones y advertencias especiales derivadas del uso del medicamento.
En ese contexto, la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid estableció un procedimiento con dos circuitos de validación del fármaco, uno para el ámbito de Atención Hospitalaria y otro para el de Atención Primaria, según de dónde procediera el origen de la prescripción. Un proyecto sobre este último circuito circuito, liderado por los farmacéuticos de atención primaria, recibió el Primer Premio de Comunicación Oral en el último congreso de la Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria (SEFAP), celebrado a finales de mayo en Santander.
"El papel que cumple el FAP en este circuito es imprescindible y decisivo", explica Ana Blázquez Valerón, farmacéutica de Atención Primaria de la Dirección Asistencial Sur del Servicio Madrileño de Salud y autora principal de la comunicación, que entre otras funciones enumera las siguientes: "En primer lugar, asegurar que los pacientes a los que se les prescribía Paxlovid cumplían los criterios de priorización establecidos por la AEMPS en cada momento. En segunda instancia, revisar las posibles interacciones de este fármaco con el tratamiento habitual del paciente y con sus condiciones clínicas, para evitar posibles toxicidades. Además, los FAP también revisábamos la función renal del paciente para ver si era necesario el ajuste de dosis (para lo que los farmacéuticos del área de gestión realizaban un reacondicionamiento del blíster para ajustar el número de comprimidos que necesitaba el paciente) y nuestra labor finalizaba con una llamada telefónica al paciente, en la que se comprobaba que éste había recogido la medicación y había entendido correctamente la posología evitando de esta manera potenciales errores de medicación".
Importante papel del FAP para asegurar el cumplimiento de los criterios y evitar contraindicaciones
A raíz de la instauración del circuito, se puso en marcha un estudio observacional descriptivo retrospectivo en los 262 centros de salud de la Comunidad de Madrid, que abarcó entre los meses de abril y diciembre de 2022. En ese periodo, se realizaron 1.411 prescripciones desde el ámbito de Atención Primaria, de las cuales solo un 57,6% se dispensaron finalmente. Entre los motivos para la no dispensación destaca el papel de los farmacéuticos de atención primaria, ya que un 10,6% de los casos se debió a que las prescripciones no cumplían criterios de priorización, mientras que en un 13,3% de los casos el fármaco para la Covid-19 estaba contraindicado para los pacientes.
"Las contraindicaciones están reflejadas en la ficha técnica del producto y era el FAP el que, durante el proceso de validación farmacéutica, comprobaba si este fármaco estaba o no contraindicado para cada paciente en concreto. El fármaco podía estar contraindicado por una condición clínica del paciente como, por ejemplo, un filtrado glomerular inferior a 30ml/min; o por interacciones con el tratamiento del paciente que no podía ser suspendido", señala la miembro de SEFAP.
En total se beneficiaron de este tratamiento 812 pacientes, de los cuales el 59% eran mujeres con una edad media de 74,3 años y 2,7 días de media desde inicio de síntomas. Por lo que respecta a los criterios de validación, según los datos del estudio, la mayoría de los pacientes, un 56,7%, eran mayores de 65 años (no vacunados o vacunadas hacía más de 6 meses) y con al menos un factor de riesgo para progresión (FRP); un 36,1% eran pacientes inmunocomprometidos o con otras condiciones de alto riesgo, independientemente de su estado de vacunación; un 6,22% eran mayores de 80 años no vacunados y apenas un 1% cumplían más de un criterio de validación. El 26,10% de los pacientes, por su parte, requirió de un ajuste de dosis por filtrado glomerular entre 30 y 60 ml/min, de los cuales el 81% eran mayores de 65 años y con al menos un factor de riesgo para progresión de la enfermedad.
"Como conclusiones del estudio podemos destacar, entre otras, que este circuito de validación por parte del Farmacéutico de Atención Primaria ha garantizado una correcta priorización de pacientes, una selección de la posología adecuada y la detección de contraindicaciones y/o interacciones evitando posibles toxicidades", concluye Ana Blázquez Valerón.