Este miércoles ha arrancado en Budapest (Hungría), la 7ª Conferencia Ministerial sobre Medio Ambiente y Salud, con el objetivo de definir las futuras prioridades y compromisos en materia de medio ambiente y salud para la Región Europea de la OMS. Se trata de la nº siete de una serie iniciada en 1989 en el marco del Proceso Europeo de Medio Ambiente y Salud (EHP).

El director de OMS-Europa, Dr. Hans Henri P. Kluge, fue el encargado de inaugurar la reunión a la que, según sus datos, asisten representantes de 46 países de Europa y Asia central, 30 ministros y secretarios de estado, y más de 600 socios y representantes de organizaciones juveniles y de la sociedad civil.

Algunas cifras puestas sobre la mesa por el responsable europeo de la OMS recuerdan que 1,4 millones de personas en la Región Europea de la OMS mueren cada año debido a factores de riesgo ambientales, "casi la mitad de estas muertes innecesarias pueden atribuirse únicamente a la contaminación del aire", remarcó el Dr. Hans Henri P. Klug.

Según repasó, el verano pasado, el más caluroso jamás registrado en Europa, más de 20 000 personas murieron debido al calor extremo, mientras 77 millones de personas aún carecen de acceso a agua potable gestionada de manera segura.

El representante de la OMS, considera que "nos estamos moviendo demasiado lento, lo que pone en grave peligro nuestra capacidad para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030", y ha instado a los gobiernos a tomar medidas. "La acción debe ser tomada por todos", recalcó.

Transición saludable

Bajo la presidencia de Hungría, la conferencia aspira a abordar las dimensiones de salud del cambio climático, la contaminación ambiental, la degradación de la tierra y la pérdida de biodiversidad; y recuperarse de la pandemia promoviendo una transición saludable.

Otros objetivos establecidos pasan por catalizar acciones concretas y colaboración entre países y sectores para abordar las amenazas ambientales apremiantes para la salud en el contexto de la recuperación de la pandemia y la crisis energética, así como brindar una oportunidad para presentar buenas prácticas y compartir conocimientos y experiencias.

También se pretenden establecer nuevas asociaciones que aborden los principales problemas ambientales y de salud; promover la participación de los jóvenes en las políticas y acciones ambientales y de salud; y culminar en la adopción de una declaración ministerial negociada con compromisos concretos.