Las "células ciliadas" que se encuentran en el oído interno son importantes tanto para la capacidad de oír como para el sentido del equilibrio. Se conocen como células ciliadas porque están cubiertas de estructuras similares a cabellos que sirven como antenas mecánicas para la detección de sonido y que se ...
Las "células ciliadas" que se encuentran en el oído interno son importantes tanto para la capacidad de oír como para el sentido del equilibrio. Se conocen como células ciliadas porque están cubiertas de estructuras similares a cabellos que sirven como antenas mecánicas para la detección de sonido y que se conocen como estereocilios. Dichas células son de naturaleza frágil para que puedan sentir el sonido, pero también deben soportar el estrés mecánico continuo inherente a sus trabajos.
Cuando las células ciliadas auditivas mueren, desaparecen para siempre, pero una nueva investigación de la Facultad de Medicina de la Universidad de Virginia (UVA) (EEUU) muestra que estas delicadas células pueden repararse por sí mismas del daño causado por ruidos fuertes u otras formas de estrés.
"Durante muchos años, la investigación se ha centrado en la regeneración de las células ciliadas sensoriales. Aunque esos esfuerzos continúan, es igualmente importante comprender mejor los mecanismos que gobiernan la reparación y el mantenimiento de las células, según el investigador Jung-Bum Shin, del Departamento de Neurociencia de la UVA. "Al obtener una comprensión más profunda de estos procesos de reparación inherentes, podemos descubrir estrategias para fortalecerlos de manera efectiva", agregó.
Las células ciliadas implementan una proteína llamada XIRP2, que puede detectar daños en los núcleos que están hechos de una sustancia llamada actina. Shin y su equipo descubrieron que XIRP2 primero detecta el daño, luego migra al sitio dañado y repara los núcleos llenando actina nueva.
"Comprender y aprovechar los mecanismos internos mediante los cuales las células ciliadas contrarrestan el desgaste será crucial para identificar formas de prevenir la pérdida de audición relacionada con la edad, que afecta a al menos a un tercio de todos los adultos mayores", señaló Shin. Además, según los autores, este estudio tiene implicaciones potenciales para las condiciones asociadas, como la enfermedad de Alzheimer y otras de demencia.