Científicos de la Universidad de Oporto han demostrado que la transferencia adoptiva de macrófagos en un disco intervertebral herniado induce la regresión de la lesión. En el modelo animal utilizado la intervención redujo un 44% el tamaño de la lesión, sin causar alteraciones en los niveles de la mayoría de ...
Científicos de la Universidad de Oporto han demostrado que la transferencia adoptiva de macrófagos en un disco intervertebral herniado induce la regresión de la lesión. En el modelo animal utilizado la intervención redujo un 44% el tamaño de la lesión, sin causar alteraciones en los niveles de la mayoría de las proteínas del plasma. Estos efectos estuvieron en marcado contraste con los observados en animales expuestos a un compuesto que causa la depleción de los macrófagos, según afirma Carla Cunha, directora del estudio.
En el análisis de las consecuencias a nivel sistémico del trasplante celular, los investigadores no hallaron cambios significativos en el tamaño del bazo o en su contenido en macrófagos, pero sí en las proporciones de células mieloides CD172+ circulantes. Cunha atribuye el beneficio del trasplante a la mayor capacidad fagocítica de los macrófagos, estimulada por las citoquinas IL4, IL17A, IL18, y RANTES, así como a la inducción del remodelado tisular inducido por la citoquina LIX. La investigadora prosigue indicando que los macrófagos utilizados han sido derivados de la médula ósea de animales donantes, en ausencia de condiciones que propicien la polarización hacia los fenotipos M1 o M2. Sin embargo, los de tipo M1 fueron los predominantes en la lesión a las 6 semanas. Los hallazgos establecen la posibilidad de tratar la hernia discal de manera más eficaz, ya que los tratamientos de primera línea actuales se asocian a desenlaces inciertos, asegura Cunha. Por otro lado, las intervenciones quirúrgicas resuelven el dolor, pero no restauran la funcionalidad y frecuentemente requieren cirugías adicionales de revisión, lo que se asocia a riesgo de lesión neurológica, concluye la científica.