Las células T reguladoras representan un pequeño porcentaje de las células T presentes en el organismo humano, sin las cuales no se puede vivir. En este marco, científicos de la Universidad de Purdue en Indiana (EEUU) y de los Institutos Nacionales de Salud han identificado 14 proteínas T reguladoras poco conocidas ...
Las células T reguladoras representan un pequeño porcentaje de las células T presentes en el organismo humano, sin las cuales no se puede vivir.
En este marco, científicos de la Universidad de Purdue en Indiana (EEUU) y de los Institutos Nacionales de Salud han identificado 14 proteínas T reguladoras poco conocidas que, según sus investigadores, "merecen mayor atención por las funciones moleculares que desempeñan en la aparición de enfermedades".
Mientras un sistema inmunitario hiperactivo provoca enfermedades autoinmunes como la diabetes de tipo 1, la esclerosis múltiple y la artritis reumatoide, entre otras, al contrario, un sistema inmunitario poco activo se traduce en una mayor propensión al cáncer.
"Nuestro laboratorio se dedica al estudio del mecanismo molecular exacto que subyace a la autoinmunidad, la infección y el cáncer", explicó Majid Kazemian, profesor asociado de bioquímica en la Facultad de Agricultura y de informática en la Facultad de Ciencias de Purdue. "Partiendo del equilibrio que existe en algunas células. Las T-reg mantienen esos equilibrios", agregó. Las células T-reg tienen factores de transcripción particulares que mantienen la función básica de amortiguar la actividad de otras células inmunitarias.
El trabajo se centró, en concreto, en la detección de proteínas que regulan conjuntos de genes que programan células reguladoras para realizar determinadas acciones.
"Identificar qué factores impulsan a algunas de las T-regs hacia determinados caminos nos va a ayudar a prevenir la autoinmunidad o a ayudar a los pacientes de cáncer mediante el ajuste afinado de determinadas T-regs", indicó Behdad (Ben) Afzali, de los Institutos Nacionales de Salud (NIH).
Cada línea de células especializadas podría tener una función distinta en diversos órganos y enfermedades. "Por ejemplo, hemos demostrado que un gen específico de las T-regs llamado TCF1 está asociado a la gravedad de la enfermedad del cáncer colorrectal", concluyó el prof. Kazemian.
En definitiva, los autores del trabajo instan a que se preste más atención a la investigación sobre más de una docena de proteínas de células T reguladoras por las importantes funciones que desempeñan en la aparición de enfermedades.