A las puertas de septiembre la población comienza a definir sus propósitos de inicio de curso y uno de ellos, todavía, sigue siendo deshacerse del exceso de peso adquirido durante las vacaciones de verano. Sin embargo, no solemos hacerlo del todo bien: el 65% de personas que quiere perder peso ...
A las puertas de septiembre la población comienza a definir sus propósitos de inicio de curso y uno de ellos, todavía, sigue siendo deshacerse del exceso de peso adquirido durante las vacaciones de verano. Sin embargo, no solemos hacerlo del todo bien: el 65% de personas que quiere perder peso escoge dietas que restringen alimentos, según el Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de la Comunitat Valenciana (CODiNuCoVa), una práctica nada recomendable debido a los riesgos aparejados.
"Desterremos ya el mito de que una dieta es algo temporal, rápido y de usar y tirar. Queremos `estar a dieta´ uno o dos meses y luego seguir con los mismos hábitos que teníamos antes de comenzarla. Una dieta es la alimentación que llevamos en el día a día y no es algo pasajero", explica Mª Cruz Manzaneque, secretaria del CODiNuCoVa.
Desde la entidad colegial vuelven a poner el acento en la salud. "Seguimos creyendo que lo que le ha funcionado a mi amigo o a mi vecino me va a funcionar a mí. Al igual que si tienes un cáncer vas al oncólogo, si tienes un problema relacionado con la alimentación, en este caso pérdida de peso, hay que acudir a un nutricionista", añade.
Qué comemos y cómo lo hacemos afecta a nuestro organismo, a nuestro rendimiento y a nuestro estado físico y mental. "Este tipo de dietas que restringen alimentos provocan problemas a corto plazo y otros que, desgraciadamente, se pueden llegar a cronificar", apunta Manzaneque.
Recuperar los kilos perdidos en poco tiempo es el efecto secundario más común y así lo reconoce una de cada tres personas que se han sometido a ellas. "Pasarlo mal" es otra de las respuestas que dan quienes han restringido alimentos durante una temporada con el objetivo de perder peso. Le siguen "no conseguir el objetivo esperado" e incluso "padecer situaciones de ansiedad por la comida". En casos más graves, hay quien apunta que este tipo de dieta le ha provocado un trastorno de la conducta alimentaria. "Hablamos de restringir drásticamente alimentos que son necesarios para nuestro organismo lo que causa déficit de vitaminas, minerales, fibra y otros nutrientes. Como consecuencia tenemos dolores de cabeza, pérdida de masa muscular o estreñimiento", explica la secretaria del CODiNuCoVa. A lo que se añade el conocido como efecto rebote: recuperar todo el peso perdido e incluso a ganar más que antes.
Para aquellas personas que vuelvan con el propósito de perder peso, hay que tener en cuenta que lo que hay que conseguir es adquirir unos hábitos que permitan eliminar el exceso de grasa sin perder masa muscular. Mª Cruz Manzaneque aconseja lo siguiente: "en primer lugar, deberíamos observar bien nuestra dieta habitual para detectar aquellos aspectos que creamos que son mejorables. Lo recomendable es acudir a un dietista-nutricionista para que nos ayude en este proceso y nos oriente, supervise y acompañe.Es el profesional de la alimentación capacitado para diseñar un plan dietético saludable e individualizado, que nos permita adquirir unos hábitos dietéticos saludables que podamos seguir de por vida y perder peso de forma progresiva a un ritmo adecuado, si es lo que se desea".