En el marco de la cumbre anual del G20, celebrada entre los pasados 9 y 10 de septiembre en Nueva Delhi, la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, centró parte de su intervención en la tercera sesión de dicha cumbre, en la inteligencia artificial (IA) y la infraestructura digital, para quien "tiene enormes oportunidades pero también riesgos", como subrayó.

De ahí la importancia que concedió a la creación un nuevo marco global para los riesgos de la IA, "que proteja contra riesgos sociales sistémicos y, al mismo tiempo, fomentar inversiones en sistemas de IA seguros y responsables. En este punto, pidió el apoyo y acercamiento adicional a los científicos, empresarios e innovadores. "Deben proporcionar conocimientos sobre los riesgos que plantea la IA, así como sobre los posibles beneficios para la humanidad", según apuntó Ursula von der Leyen.

Ley sobre Inteligencia Artificial

Como recordó Von der Leyen, "en la UE, en 2020, presentamos la primera ley sobre Inteligencia Artificial. Pero necesitamos más. Lo que el mundo haga ahora moldeará nuestro futuro. Por ello, queremos facilitar la innovación y al mismo tiempo generar confianza".

La Comisión pretende abordar los riesgos generados por usos específicos de la IA a través de un conjunto de normas complementarias, proporcionadas y flexibles. Este marco brindaría a los desarrolladores, implementadores y usuarios de IA la claridad que necesitan al intervenir en aquellos casos que las legislaciones nacionales y de la UE existentes no cubren. "Queremos facilitar la innovación y al mismo tiempo generar confianza. Es revelador que incluso los creadores e inventores de la IA estén pidiendo a los líderes políticos que regulen", indicó la presidenta de la CE.

Sobre Infraestructuras Públicas Digitales, Von der Leyen considera que pueden representar un verdadero impulso para las economías emergentes. "El quid está en construir una infraestructura digital pública que sea interoperable, abierta a todos y confiable".

En este sentido, puso como ejemplo el certificado digital COVID-19, desarrollado por la UE. "El modelo era tan funcional y tan confiable que 51 países en cuatro continentes lo adoptaron de forma gratuita.Hoy, la OMS lo utiliza como estándar global para facilitar la movilidad en tiempos de amenazas para la salud", concluyó la presidenta de la CE.