Un nuevo estudio revela que las células madre mesenquimales derivadas de cordón umbilical humano pueden contrarrestar la toxicidad reproductiva del paclitaxel en ratones macho. El tratamiento intravenoso con diversas dosificaciones celulares restableció la fertilidad y el desarrollo normal del blastocisto, en un proceso que fue acompañado por la restauración de ...
Un nuevo estudio revela que las células madre mesenquimales derivadas de cordón umbilical humano pueden contrarrestar la toxicidad reproductiva del paclitaxel en ratones macho. El tratamiento intravenoso con diversas dosificaciones celulares restableció la fertilidad y el desarrollo normal del blastocisto, en un proceso que fue acompañado por la restauración de los niveles normales de dos biomarcadores testiculares estrechamente relacionados con la fertilidad. La terapia también se asoció a un incremento en la expresión testicular de proteínas esenciales en la proliferación y en la meiosis, proceso necesario para la generación de células haploides, tales como los espermatozoides. XueXia Liu, investigador de la Universidad Qingdao y co-director del estudio, afirma que los niveles de proteínas antioxidantes en los órganos reproductivos masculinos retornaron a la normalidad, con una concomitante mejora de la histología testicular, ya a los 7 días. El científico señala que las dos dosis mayores de células madre fueron las que ofrecieron mayor beneficio, induciendo además la normalización de la proporción entre proteínas pro- y antiapoptóticas.
Liu atribuye el beneficio del tratamiento a la reducción del estrés oxidativo y a la regulación favorable del microentorno inmunitario, factores que ya habían sido relacionados con la actividad protectora de las células madre mesenquimales en estudios previos. El daño al DNA de los espermatozoides ocasionado por el paclitaxel tiene un manifiesto impacto negativo sobre la tasas de fertilización, aborto e incidencia de patologías en la descendencia, asegura el investigador. Los actuales hallazgos ofrecen una sólida base para justificar estudios moleculares ulteriores y generar estrategias dirigidas al mantenimiento de la calidad del semen tras la exposición a la quimioterapia.