El sector farmacéutico vive un punto de inflexión en la Unión Europea (UE). En estos momentos se debate la propuesta de reforma presentada el pasado abril por la Comisión Europea (CE). Todos los actores del sector coinciden en que sí es fundamental actualizar la normativa actual (muy buena, coinciden todos, pero ya desfasada en algunos aspectos): "reformar la legislación farmacéutica no es una opción, es una necesidad", ha asegurado este miércoles Vlad Olteanu, director de Asuntos Públicos de Salud de Europabio, el grupo más grande y representativo de la industria biotecnología en el continente, en la apertura de la segunda jornada de BioSpain 2023.

"Podemos transformar la vida de millones de europeos", ha argumentado para justificar que un sector tan "dinámico" como es el farmacéutico, que desarrolla soluciones y productos para mejorar la salud y calidad de vida de los ciudadanos, necesita herramientas que favorezcan y promuevan la innovación y la competitividad.

Es este punto donde ha hecho hincapié Olteanu: que el biotech es un sector con un crecimiento anual "de doble dígito", pero se encuentra barreras legislativas que ralentizan sus procesos, en beneficio de otros países como Estados Unidos o China, con regulaciones más flexibles en este sentido.

Desde el comienzo del congreso anual se ha remarcado la idea de que este es un momento "crítico" para la UE y, al respecto, desde Europabio sugieren que es el biotecnológico el sector que "tiene la llave" para solucionar los problemas que puede afrontar el continente. Entre ellos, uno de los que más preocupa en la actualidad tras superar la pandemia y tener una guerra a las puertas del territorio comunitario, es alcanzar una autonomía estratégica. "Es un deber", ha sentenciado.

Para ello los legisladores se deben encaminar hacia crear unas condiciones adecuadas que aseguren a las compañías del sector que "puedan producir con garantías" y lo más cerca posible de los pacientes, asegurando así el suministro y el acceso a los fármacos.

La nueva normativa resultante marcará la hoja de ruta de la UE para "la próxima década". Por tanto, las soluciones que desarrollen las biotech "deben estar en el corazón" de la nueva legislación resultante. Un texto en el que se debe potenciar el enfoque del paciente en el centro, con procesos regulatorios que beneficien a los ciudadanos, por ejemplo, estableciendo unos criterios de acceso a los fármacos en el conjunto de los estados miembros, "no país por país".

Muy relacionado a este enfoque está el de la Medicina de Precisión, que permite llevar a los pacientes tratamientos personalizados, lo que representa a su vez "un cambio de paradigma". Olteanu tampoco se ha olvidado de recalcar que esta reforma deberá tener muy presente el aspecto ético en todos y cada uno de sus epígrafes.