BioSpain 2023 ha acogido este miércoles una mesa centrada en la medicina de precisión, enfoque inherente al sector biotecnológico. La actividad, patrocinada por la multinacional Promega centrada en el desarrollo de soluciones basadas en bioquímica y biología molecular, ha desgranado los principales avances de la industria al respecto.

Bajo la moderación de Iván Marcos, PhD, MBA, responsable de Colaboraciones Estratégicas de la división Ibérica de la biotech, se ha visibilizado cómo aún queda mucho recorrido en disciplinas como, por ejemplo, la microbiología. Para Carles Celma, PhD, director de Innovación de KYMOS S.L., "hacen falta grandes mejoras en estas pruebas" que caracterizan y monitorizan la actividad biológica de los virus, además de conocer cómo se transmite el ADN y conseguir reproducir esa expresión.

Son pequeñas pinceladas de un panorama mucho más grande: el relacionado con la Medicina Personalizada, de la que Tom Livelli, vicepresidente y jefe de Productos y Servicios de Ciencias de la Vida en Promega Corporation, ha valorado las "tremendas capacidades" que tiene en genómica y con un potencial inmenso en la identificación de nuevas dianas terapéuticas. El punto de inflexión de esta área de conocimiento llegó con las nuevas terapias, como el desarrollo del ARN mensajero (ARNm) y nuevas técnicas con "mayor capacidad diagnóstica y de detección". Quizá quedaría avanzar en hacer más fáciles los sistemas que se usan para el diseño, con el fin de "democratizarlos" y que sean más accesibles a todos los actores del sector.

Los avances en la producción de organoides son otro de los grandes avances. No obstante, se encuentran ante unos "protocolos tediosos y largos" en su desarrollo, ha evidenciado Francisco Castillo, Investigador Senior en el desarrollo de Ensayos y Tecnologías de Cribado de la Fundación MEDINA (SPAIN). De ahí que haya abogado por simplificar estos procesos para permitir el acceso a un mayor número de candidatos, además de mejorar la interrelación entre las distintas fases de los ensayos.

Todos los ponentes han coincidido en que el desarrollo de nuevas terapias "es cada vez mejor", ha precisado Castillo. Todavía queda recorrido. Este pasa por definir la implantación de "nuevas tecnologías" o seguir con las que ya hay instaladas actualmente. El científico se ha preguntado dónde encontrar estos nuevos mecanismos de acción. Una respuesta que quizá esté en nuevas maneras de monitorizar un número limitado de fármacos o buscar nuevos propósitos a la hora de elaborar los repositorios de los biomarcadores.

Queda también la ventana abierta a cómo aprovechar las nuevas tecnologías en la optimización de procesos. Pero de momento no hay una afirmación concluyente: es realmente complicado formular preguntas con tantos matices para las máquinas que actualmente están disponibles.