Científicos de diversos centros suizos han descubierto una vía de señalización que conduce a la inflamación y neurodegeneración propia del envejecimiento, así como una potencial terapia para combatir estos efectos. En ratones de avanzada edad la administración intraperitoneal del fármaco experimental H151 mejoró la memoria espacial y la asociativa, reduciendo ...
Científicos de diversos centros suizos han descubierto una vía de señalización que conduce a la inflamación y neurodegeneración propia del envejecimiento, así como una potencial terapia para combatir estos efectos. En ratones de avanzada edad la administración intraperitoneal del fármaco experimental H151 mejoró la memoria espacial y la asociativa, reduciendo de manera concomitante la expresión cerebral de genes relacionados con la respuesta inmunitaria. Este último efecto fue también observado en órganos como el riñón, en el que los investigadores constataron una disminución en la infiltración de células inflamatorias, lo que se asoció a una reducción de los niveles circulantes de creatinina y urea, dos biomarcadores de daño renal. El tratamiento mejoró, además, la fuerza muscular y de asimiento y la resistencia física.
Así lo afirma Andrea Ablasser, investigador del Instituto Federal Suizo de Tecnología y director del estudio. El científico prosigue indicando que H151 es un inhibidor covalente de la proteína estimuladora de los genes del interferón (STING), la cual controla una vía de señalización activada por el ADN procedente de mitocondrias dañadas. La presencia del ADN mitocondrial en el citosol modula el patrón transcripcional de la microglía, la cual adquiere rasgos reactivos consistentes con un estado proinflamatorio, asegura Ablasser. Los autores subrayan el valor de los hallazgos indicando que la vía ahora identificada podría ser común a múltiples enfermedades neurodegenerativas, incluyendo el Alzheimer, el Parkinson y la ELA, con las consiguientes implicaciones terapéuticas.