Un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Australia del Sur (UniSA) ha demostrado que fluctuaciones breves de la presión arterial (PA) en 24 horas, así como durante varios días o semanas, puede aumentar el riesgo de demencia y problemas vasculares en las personas mayores. Los hallazgos, que han ...
Un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Australia del Sur (UniSA) ha demostrado que fluctuaciones breves de la presión arterial (PA) en 24 horas, así como durante varios días o semanas, puede aumentar el riesgo de demencia y problemas vasculares en las personas mayores.
Los hallazgos, que han sido publicados en la revista ´Cerebral Circulation - Cognition and Behaviour´, muestra que las variaciones más altas de la presión arterial sistólica (el número superior que mide la presión en las arterias cuando late el corazón) también están relacionadas con el endurecimiento de las arterias, asociado con la enfermedad cardíaca.
La autora principal, Daria Gutteridge, candidata a doctorado del Laboratorio de Neurociencia del Deterioro y Envejecimiento Cognitivo (CAIN) de UniSA, afirma que es bien sabido que la presión arterial alta es un factor de riesgo para la demencia, pero se presta poca atención a las fluctuaciones de la presión arterial. "Los tratamientos clínicos se centran en la hipertensión, ignorando la variabilidad de la presión arterial", señala Gutteridge.
La presión arterial puede fluctuar en diferentes períodos de tiempo (cortos y largos) y esto parece aumentar el riesgo de demencia y la salud de los vasos sanguíneos. Para ayudar a explorar los mecanismos que vinculan las fluctuaciones de la PA con la demencia, los investigadores de UniSA reclutaron a 70 adultos mayores sanos de entre 60 y 80 años, sin signos de demencia o deterioro cognitivo.
Se controló su presión arterial, completaron una prueba cognitiva y se midió la rigidez arterial en el cerebro y las arterias mediante ecografía Doppler transcraneal y análisis de ondas de pulso. "Descubrimos que una mayor variabilidad de la presión arterial dentro de un día, así como entre días, estaba relacionada con un rendimiento cognitivo reducido. También encontramos que las variaciones más altas de la presión arterial dentro de la presión arterial sistólica estaban relacionadas con una mayor rigidez de los vasos sanguíneos en las arterias", señala la investigadora.
"Estos resultados indican que los diferentes tipos de variabilidad de la PA probablemente reflejan diferentes mecanismos biológicos subyacentes, y que la variación de la presión arterial sistólica y diastólica son importantes para el funcionamiento cognitivo en los adultos mayores", añade.
Los vínculos estaban presentes en adultos mayores sin ningún deterioro cognitivo clínicamente relevante, lo que significa que la variabilidad de la PA podría servir como un marcador clínico temprano o un objetivo de tratamiento para el deterioro cognitivo, dicen los investigadores.