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Se confirma el valor de las células madre de cordón umbilical en la enfermedad hepática terminal

Un voluminoso metanálisis demuestra que la terapia celular es segura, mejora la función hepática y prolonga la supervivencia de los pacientes. 

25/10/2023

Científicos de diversos centros chinos han analizado los resultados de 13 estudios clínicos con más de 800 pacientes con enfermedad hepática terminal, hallando que la terapia celular con células madre mesenquimales (CMMs) de cordón umbilical ofrece significativos beneficios, en comparación con el tratamiento habitual. Los pacientes con fallo agudo sobre ...

Científicos de diversos centros chinos han analizado los resultados de 13 estudios clínicos con más de 800 pacientes con enfermedad hepática terminal, hallando que la terapia celular con células madre mesenquimales (CMMs) de cordón umbilical ofrece significativos beneficios, en comparación con el tratamiento habitual. Los pacientes con fallo agudo sobre el crónico (ASC) tratados con CMMs exhibieron mayor probabilidad de supervivencia a las 8 y 12 semanas y menor índice pronóstico de mortalidad, también a las 24 semanas. Este índice fue igualmente favorable en los pacientes con cirrosis. Ambos subgrupos de pacientes experimentaron una disminución de la albúmina sérica a las 4 y las 24 semanas, así como de la bilirrubina total. En el conjunto de todos los pacientes la terapia con CMMs resultó ser segura, sin que se registraran efectos adversos serios. El tratamiento redujo la encefalopatía en pacientes que ya la presentaban, aunque no tuvo impacto sobre otras complicaciones, tales como la hemorragia gastrointestinal, las infecciones o el rash.

Yuyan Wang, investigadora de la Universidad de Yangtze y co-autora del estudio, afirma que el ASC se caracteriza por la descompensación aguda de la enfermedad hepática crónica, asociándose a fallo del órgano y elevada mortalidad. Hasta el 30% de los pacientes que ingresan por complicaciones de la cirrosis experimentan este síndrome, asegura la científica. El estudio también examinó el impacto de la ruta de administración de las CMMs, aunque no halló diferencias significativas. Wang señala que la inyección en la arteria hepática ha sido utilizada en algunos estudios, debido a que esta vía facilita el direccionamiento de las CMMs al órgano diana. Sin embargo, el riesgo de hemorragia e infección ha conducido a considerar la inyección intravenosa como alternativa potencialmente más segura, concluye la investigadora.

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