Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Helsinki en Finlancia ha identificado diferencias significativas en la actividad genética del intestino, el cerebro y la placenta del feto según los microbios del cuerpo de la madre y los compuestos producidos por ellos. Los hallazgos, publicados en ´BMC Biology´, indican que ...
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Helsinki en Finlancia ha identificado diferencias significativas en la actividad genética del intestino, el cerebro y la placenta del feto según los microbios del cuerpo de la madre y los compuestos producidos por ellos.
Los hallazgos, publicados en ´BMC Biology´, indican que los microbios maternos son importantes para el desarrollo y la salud de los fetos durante el embarazo. Sin embargo, hasta el momento se sabe poco sobre cómo comienzan las interacciones con la microbiota y cuáles son los mecanismos de acción.
Esta investigación ha estudiado cómo la microbiota materna afecta el desarrollo fetal comparando los fetos de madres de ratones normales y libres de gérmenes que viven en un ambiente estéril. Los investigadores midieron la expresión genética y las concentraciones de compuestos de pequeño peso molecular, o metabolitos, en el intestino, el cerebro y la placenta del feto.
"Los efectos de la microbiota materna y los metabolitos que produce sobre el desarrollo fetal no se habían investigado previamente de manera tan exhaustiva. Nuestro estudio arroja luz sobre la importancia de la microbiota y los mecanismos por los cuales la microbiota afecta el desarrollo individual y el embarazo. Identificamos compuestos previamente desconocidos en el feto, que probablemente sean microbianos y que pueden ser importantes para el desarrollo individual", afirma el investigador principal del estudio de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Helsinki, Mikael Niku.
Los investigadores demostraron que existían diferencias considerables en la expresión genética en el intestino, el cerebro y la placenta de los fetos de madres de ratones normales y libres de gérmenes. En el intestino, los genes asociados con el sistema inmunológico y las interacciones huésped-microbio eran menos activos en los fetos de madres libres de gérmenes. Hubo diferencias significativas en la expresión de genes en el cerebro asociados con el desarrollo y funcionamiento del sistema nervioso.
En la placenta hubo diferencias en la expresión de varios genes importantes que regulan el embarazo. Las diferencias fueron más amplias en los fetos masculinos, lo que indica que pueden ser más sensibles a los efectos de la microbiota materna, al menos en ratones.
Los investigadores descubrieron que la expresión de muchos genes importantes estaba asociada con la concentración de metabolitos que probablemente serían modulados por la microbiota materna. Estos metabolitos estaban ausentes en los fetos de madres libres de gérmenes o se encontraban al menos en concentraciones significativamente más bajas.
"Parece que estos productos microbianos probablemente afecten el desarrollo del intestino y el cerebro, así como el funcionamiento de la placenta. Muchos de estos metabolitos eran desconocidos hasta ahora", señala Niku.
El grupo ahora está investigando la aparición de metabolitos microbianos en otros mamíferos: lechones y terneros, así como en muestras de meconio y líquido amniótico de bebés.
Hoy en día, las deficiencias en las interacciones huésped-microbio en las primeras etapas de la vida causadas, por ejemplo, por un entorno desequilibrado o antibióticos, pueden predisponer a la descendencia a disfunciones en el sistema inmunológico, como enfermedades inflamatorias intestinales y alergias.
"Nuestra investigación nos ayuda a comprender el origen de estos trastornos, lo que hace posible que en el futuro podamos mejorar su prevención y tratamiento", reflexiona Niku.