Científicos del Instituto de Ontario para la Investigación del Cáncer (OICR), en Canadá, han descubierto una forma en que fumar tabaco causa cáncer y lo hace más difícil de tratar al socavar las salvaguardas anticancerígenas del organismo, al "detener" las proteínas que lo combaten, según publican en la revista ´Science ...
Científicos del Instituto de Ontario para la Investigación del Cáncer (OICR), en Canadá, han descubierto una forma en que fumar tabaco causa cáncer y lo hace más difícil de tratar al socavar las salvaguardas anticancerígenas del organismo, al "detener" las proteínas que lo combaten, según publican en la revista ´Science Advances´.
El estudio relaciona el tabaquismo con cambios nocivos en el ADN denominados "mutaciones de parada", que indican al organismo que deje de fabricar determinadas proteínas antes de que estén completamente formadas.
Los investigadores descubrieron que estas mutaciones eran especialmente frecuentes en genes conocidos como "supresores tumorales", que fabrican proteínas que normalmente impiden el crecimiento de células anormales.
"Nuestro estudio demostró que fumar está asociado a cambios en el ADN que alteran la formación de supresores tumorales --afirma Nina Adler, estudiante de doctorado de la Universidad de Toronto (Canadá) que dirigió el estudio durante su investigación de posgrado en el laboratorio del doctor Jüri Reimand en el OICR--. Sin ellos, las células anormales pueden seguir creciendo sin que las defensas de la célula lo impidan y el cáncer puede desarrollarse con mayor facilidad".
Adler, Reimand y sus colegas utilizaron potentes herramientas computacionales para analizar el ADN de más de 12.000 muestras tumorales de 18 tipos distintos de cáncer. Su análisis demostró la existencia de una estrecha relación entre las mutaciones "stop-gain" en el cáncer de pulmón y la reveladora "huella" que el tabaquismo deja en el ADN.
A continuación, los investigadores analizaron si la cantidad de tabaco tenía algún efecto. Efectivamente, su análisis demostró que fumar más producía más mutaciones nocivas, que en última instancia pueden hacer que el cáncer sea más complejo y difícil de tratar.
"El tabaco daña mucho nuestro ADN, y eso puede tener un gran impacto en el funcionamiento de nuestras células --recuerda Reimand, investigador del OICR y profesor asociado de la Universidad de Toronto--. Nuestro estudio pone de relieve cómo el tabaquismo desactiva en realidad proteínas críticas, que son los componentes básicos de nuestras células, y el impacto que eso puede tener en nuestra salud a largo plazo".
El estudio también identificó otros factores y procesos responsables de la creación de un gran número de mutaciones de parada-ganancia, también llamadas mutaciones "sin sentido". Algunos, como un grupo de enzimas denominado APOBEC, muy relacionado con las mutaciones "stop-gain" en el cáncer de mama y otros tipos de cáncer, se producen de forma natural en el organismo.
Otros factores, como una dieta poco saludable y el consumo de alcohol, también pueden tener efectos dañinos similares sobre el ADN, pero Reimand afirma que se necesita más información para comprender plenamente cómo funcionan.
En cuanto al tabaquismo, Adler afirma que los resultados de este estudio son una pieza importante del rompecabezas que hay detrás de una de las principales causas de cáncer en el mundo.
"Todo el mundo sabe que fumar puede causar cáncer, pero ser capaces de explicar una de las formas en que esto funciona a nivel molecular es un paso importante para entender cómo nuestro estilo de vida afecta a nuestro riesgo de cáncer", dice Adler.
El doctor Laszlo Radvanyi, Presidente y Director Científico del OICR, afirma que estos nuevos conocimientos deberían reforzar la idea de que fumar tabaco es una de las mayores amenazas para nuestra salud. "Se trata de una prueba más del inmenso daño que el tabaco produce en nuestro organismo, y una prueba más de que dejar de fumar es siempre la opción correcta", resalta Radvanyi.