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La terapia CAR-T podría favorecer la remisión del lupus resistente

El lupus eritematoso sistémico, a menudo, requiere tratamiento de por vida con fármacos inmunosupresores o inmunomoduladores, sin embargo, un número considerable de pacientes no responde a ellos. Una opción teórica para estos pacientes es la terapia con CAR-T.

08/11/2023

La terapia con células CAR-T podría conducir a una supresión sostenida de autoanticuerpos en el lupus resistente al tratamiento mientras se mantiene una respuesta sólida a las vacunas, según se desprende de un reciente estudio presentado en la reunión anual del Colegio Americano de Reumatología. El lupus eritematoso sistémico (LES, lupus) ...

La terapia con células CAR-T podría conducir a una supresión sostenida de autoanticuerpos en el lupus resistente al tratamiento mientras se mantiene una respuesta sólida a las vacunas, según se desprende de un reciente estudio presentado en la reunión anual del Colegio Americano de Reumatología.

El lupus eritematoso sistémico (LES, lupus) es una enfermedad autoinmune compleja marcada por la producción de autoanticuerpos contra el ADN del ácido nucleico y autoantígenos de proteínas nucleares y está asociada con células B disfuncionales. Afecta principalmente a mujeres y es más común y grave en personas negras, hispanas o asiáticas. Dicha patología puede provocar una amplia gama de problemas sistémicos que varían en gravedad, incluidas enfermedades de la piel, los riñones, los pulmones, las articulaciones y el corazón, y complicaciones durante el embarazo.

La enfermedad a menudo requiere tratamiento de por vida con fármacos inmunosupresores o inmunomoduladores, sin embargo, un número considerable de pacientes no responde a ellos. Una opción teórica para estos pacientes es la terapia con células T con receptor de antígeno quimérico (CAR), que se utiliza con éxito para tratar cánceres sanguíneos refractarios mediante la destrucción de células malignas.

"Estábamos inquietos por la posibilidad de que un agotamiento profundo de las células B ejercido por las células CAR-T pudiera conducir a la erradicación permanente de la enfermedad autoinmune", según el Dr. Georg Schett, reumatólogo del Hospital Universitario de Erlangen en Alemania.

Schett y sus colegas publicaron el primer estudio sobre la terapia CAR-T para el lupus en 2022. Las células CAR-T fueron diseñadas para apuntar a CD19, una proteína en la superficie de las células B que desencadena los brotes de lupus. A los tres meses, los cinco pacientes del estudio lograron una remisión libre de fármacos, que se mantuvo hasta una media de ocho meses después de la infusión.

El actual estudio de seguimiento tenía como objetivo saber si la remisión en pacientes tratados con células CD19 CAR-T podría mantenerse aún más y si el agotamiento de las células B reduciría la eficacia de las vacunas, que actúan a través de las células B para impulsar la respuesta de anticuerpos.

Para este trabajo se contó con ocho pacientes. Las células T de los pacientes se modificaron utilizando el vector lentiviral MBCART19. Los vectores lentivirales se utilizan comúnmente para entregar material genético a células específicas en un laboratorio. Entre marzo de 2021 y junio de 2023, cada paciente recibió una dosis única de un millón de células CD19 CAR-T por kilogramo de peso corporal.

Los investigadores monitorearon la actividad de la enfermedad en los pacientes durante hasta dos años. Los autoanticuerpos se midieron al inicio del estudio, tres meses después de la terapia con células CAR-T y uno o dos años después de la infusión, mediante un ensayo inmunoabsorbente ligado a enzimas (ELISA). El ADN anti-doble cadena se midió por segunda vez mediante radioinmunoensayo.

A mediados de este año, los ocho pacientes estaban en remisión, tenían una puntuación de actividad de la enfermedad de LES (SLEDAI) de cero y habían dejado de tomar todos los medicamentos inmunosupresores, incluidos los glucocorticoides. Los autoanticuerpos desaparecieron después de la terapia con células CAR-T con la excepción de un único anticuerpo en un paciente y permanecieron negativos hasta el último seguimiento, de 12 a 24 meses después del tratamiento. Esto fue a pesar de la reaparición de células B vírgenes unos meses después de la infusión, lo que puede haber desempeñado un papel en la sólida respuesta a la vacunación de los pacientes.

"Nos sorprendió el hecho de que, a pesar de la reaparición de las células B, la enfermedad permaneciera ausente", según el Dr. Schett. "Este resultado es el mejor que se puede esperar, ya que la presencia de células B permite respuestas inmunes contra infecciones y vacunas, mientras que la enfermedad, incluidos los autoanticuerpos asociados, no regresa".

Aunque los resultados del estudio son alentadores, hay que considerar, de acuerdo los investigadores, que la terapia con células CAR-T tiene varias limitaciones graves, incluidas toxicidades potencialmente mortales, como el síndrome de liberación de citocinas (CRS, tormenta de citocinas) y el síndrome de neurotoxicidad asociada a células efectoras inmunitarias (ICANS), a lo que se suma el encarecimiento del tratamiento.

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