En total 20.000 pacientes son atendidos cada año en el Hospital Clínic de Barcelona por afecciones cardiacas. Hoy conocemos a su máxima responsable, Ana García, que lleva al frente del Servicio de Cardiología desde 2020. "Compagino las labores de gestión con la asistencia, la investigación -tanto en el Hospital Clínic y su instituto de investigación IDIBAPS, como en el CNIC-, y la docencia, puesto que soy profesora titular de la Universidad de Barcelona", explica Ana García, cuya subespecialidad es la insuficiencia cardiaca con especial interés en las miocardiopatías familiares y en la hipertensión pulmonar. "Desde el punto de vista de la gestión, intento que el servicio funcione de la forma más eficiente posible, facilitar la implementación de proyectos de mejora, favorecer la colaboración entre profesionales y el trato empático y humano hacia el paciente", detalla.

La Cardiología española está a la vanguardia con innovaciones "no sólo relacionadas con las nuevas prótesis valvulares,sino con la diversidad de formas de acceso y técnicas adyuvantes"; la irrupción de las asistencias ventriculares de larga duración, "que ofrecen una alternativa para los pacientes con insuficiencia cardiaca en fase terminal que no son candidatos a trasplante o que necesitan soporte para poder alcanzar ese trasplante"; y la aparición de nuevosfármacos "que actúan directamente sobre la fisiopatología o incluso la genética de la cardiopatía".

Asegurar la continuidad asistencial es una de las prioridades de los equipos multidisciplinaries como el que lidera Ana García. "Un modelo eficiente debe medir resultados por áreas sanitarias y procesos asistenciales en los que prime la buena coordinación entre los diferentes hospitales, Atención Primaria y asistencia sociosanitaria". Para ello es fundamental concretar estas áreas, medir con indicadores precisos: "Hacer que los centros referentes deban rendir cuentas si los indicadores no son los deseables y lo contrario, premiarlos si son positivos y con tendencia ascendente".

Asimismo, uno de los retos de la especialidad es la falta de cardiólogos, "hasta tal punto que no se pueden cubrir las plazas vacantes fundamentalmente en los hospitales más pequeños o en áreas más remotas". En este sentido, en los hospitales de tercer nivel como el Clínic de Barcelona, "colaboramos con los hospitales más pequeños para que puedan ofrecer plazas combinadas".

Absoluta amante de su profesión, Ana García concibe su labor como jefa de Servicio con una clara voluntad de servir a sus compañeros. "Mi mayor afán está en facilitar la implementación de proyectos innovadores, ayudar en la creación de circuitos asistenciales y velar por la colaboración entre los compañeros. Me lo ponen muy fácil porque tengo un equipo excelente". Actualmente el Servicio de Cardiología del Hospital Clínic, con más de 50 años de trayectoria- destaca en el trabajo por procesos asistenciales como la cardiopatía isquémica, la insuficiencia cardiaca, las valvulopatías o la fibrilación auricular; los procedimientos híbridos (en los que colaboran cardiólogos, cirujanos cardiacos y anestesiólogos) para el tratamiento de la fibrilación auricular, arritmias ventriculares, extracción de dispositivos o enfermedades valvulares; y la implementación de la perspectiva del paciente con la incorporación por ejemplo de los indicadores de ICHOM.

El futuro está, sin duda, en potenciar este avance. "Los retos a los que nos enfrentamos tienen que ver con la Inteligencia Artificial, la puesta en marcha de estrategias de prevención cardiovascular y, ante una especialidad altamente tecnificada, mantener la visión holística del paciente, escucharle y atenderle de una forma cercana".