Publicidad
Publicidad

Congreso SEMI: La IA debe ser una ayuda en la toma de decisiones en Medicina Interna

Herramientas basadas en esta tecnologías ya están presentes en el ámbito médico, pero sus implicaciones a nivel bioético y legal obligan a definir bien los límites en su uso.

17/11/2023

La Inteligencia Artificial (IA) ya está desde hace años en Medicina. Sus principales aplicaciones, por productividad y eficacia, se ven sobre todo en herramientas diagnósticas o en forma de asistentes virtuales para mejorar la calidad asistencial con los pacientes. Aun así, cada servicio debe valorar su correcta aplicación y el ...

La Inteligencia Artificial (IA) ya está desde hace años en Medicina. Sus principales aplicaciones, por productividad y eficacia, se ven sobre todo en herramientas diagnósticas o en forma de asistentes virtuales para mejorar la calidad asistencial con los pacientes. Aun así, cada servicio debe valorar su correcta aplicación y el rol a desempeñar, aspecto sobre el que se ha debatido este miércoles durante el 44º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) que se celebra este año en el Palacio de Congresos de Valencia.

Lorenzo Fácila Rubio, Facultativo Especialista en Cardiología del Consorcio Hospital General Universitario de Valencia, ha incidido precisamente en una tecnología que sin datos "no existe" y que principalmente, en base al número de publicaciones científicas entre IA y cardiología se aprecia cómo fundamentalmente esta es utilizada en técnicas de imagen, "lo más fácil que interpreta un algoritmo". Además de esta especialidad, también es frecuente en Dermatología o Radiología.

Aunque las máquinas tienen aplicaciones variadas, que van desde el reconocimiento automático de voz y procesamiento del lenguaje natural; los algoritmos de predicción, recomendación o diagnóstico; la visión artificial y los análisis de imagen; la robótica y hasta los sistemas expertos en toma de decisiones. Eso sí, siempre como ayuda al clínico y nunca como sustituto de este.

Uno de los ejemplos que ha señalado Fácila es LOLA, un proyecto entre la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y el Hospital Universitario Vall d´Hebron (Barcelona). Este asistente basado en IA realiza el seguimiento de los pacientes con enfermedades crónicas. Con un promedio de 300 llamadas al día, detecta posibles descompensaciones en este tipo de pacientes. Si en base a una matriz, se dan valores anormales, lanza una alerta. Algo que para el médico es útil de cara a "discernir sobre qué paciente estar más encima".

Otra aplicación que ya utilizan en su centro es HearO, cuyo funcionamiento se basa en una app móvil en la que el paciente tiene que leer seis frases durante 14 días seguidos. Si en ese periodo se detecta algún cambio en la voz, puede determinar si hay una descompensación de un paciente con insuficiencia cardiaca (IC). Como resultado, se demostró que predecía con hasta 18 días de antelación una visita a Urgencias del paciente.

La bioética del algoritmo

En una mesa moderada por Belén Roig Espert, Facultativo Especialista en Medicina Interna del Hospital de Manises (Valencia) y Ramón Pujol, exprofesor de Medicina de la Universitat de Barcelona. Miembro del grupo de investigación IRIS-CC, UVic-UCC, también se ha dado cabida a los aspectos ético-legales de la IA en Medicina.

Entorno que conoce bien Fernando Bandrés Moya, Catedrático de Medicina Legal de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). "Tenemos importantes conflictos y eso requiere un paraguas legal", ha adelantado. Ya queda reflejada su creciente importancia en el último Código Deontológico de la profesión médica del año 2022, donde se establecen algunas de las implicaciones de la IA.

Desde su punto de vista, los principales retos pasan por garantizar tanto el acceso a la información como la protección de los datos en salud, aunque no cree que se puedan anonimizar en el punto en que se halla ya evolucionada la IA. En la línea de lo comentado por su compañero, Bandrés ha destacado que la relación médico-paciente y la toma de decisiones serán el "gran problema" en el futuro de una Medicina con unas nuevas tecnologías ya democratizadas.

No obstante, también se expone cada vez más cómo el paciente debería estar en el centro. Si bien, para que así sea, necesitará estar formado, informado y "alfabetizado" en estas cuestiones bioéticas. De lo contrario, derivarán en controversias "médico-legales".

Incluso en su propio campo, la medicina legal, la digitalización modificará la jerarquía de las responsabilidades y propiciará calificar a la población por niveles de riesgo. En este proceso de transformación todas las especialidades experimentarán cambios. Ha advertido de que en el caso de Medicina Interna (MI) "generará un nuevo protagonismo" de sus profesionales.

En cualquier caso, el imperativo científico ante esta revolución tecnológica en el ámbito médico "obliga a repensar la Medicina", ha avisado Benjamín Herreros Ruíz-Valdepeñas, Facultativo Especialista en Medicina Interna del Hospital Universitario Fundación Alcorcón (Madrid). Más allá de las ventajas que presenta, el experto ha prevenido de posibles problemas asociados a un "deterioro" en la relación médico-paciente en el sentido de una deshumanización.

Por eso, ha enfatizado que el gold standard debería ser el "dato presencial apoyado por la IA cuando realmente muestre que mejora la calidad asistencial". Asimismo, la seguridad del paciente y la salvaguarda del consentimiento informado no deben quedar diluidas por el uso de la IA. Si se delegan en ella, "desaparece esa toma de decisiones compartidas con mutuo consenso".

Herreros también se ha referido al transhumanismo como último de los problemas éticos. Esta corriente propone eliminar prohibiciones en investigación para avanzar hacia un hipotético superhumano, lo que implicaría no poner límites a las nuevas tecnologías.

No parece que sea el camino más adecuado. "Con la IA tenemos que ver el bosque y no los árboles, balancear el riesgo-beneficio y adaptarlo al cuidado de la salud y la mejora de la calidad asistencial", ha zanjado.

Publicidad
Publicidad