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Un factor serológico predice un desenlace positivo de la infección por el virus de la hepatitis B 

El declive de los anticuerpos dirigidos al antígeno nuclear viral ocurre hasta 10 años antes de la supresión de los dirigidos al antígeno de superficie, según un nuevo estudio. 

20/11/2023

Investigadores de la Universidad de Hong Kong han descubierto que la ausencia de anticuerpos dirigidos al antígeno de superficie (anti-S) del virus de la hepatitis B (VHB), parámetro considerado clínicamente favorable, es frecuentemente precedido por una disminución de los niveles plasmáticos de anticuerpos dirigidos al antígeno nuclear B (anti-N). En ...

Investigadores de la Universidad de Hong Kong han descubierto que la ausencia de anticuerpos dirigidos al antígeno de superficie (anti-S) del virus de la hepatitis B (VHB), parámetro considerado clínicamente favorable, es frecuentemente precedido por una disminución de los niveles plasmáticos de anticuerpos dirigidos al antígeno nuclear B (anti-N). En la comparación con pacientes que mantuvieron la seropositividad anti-S, los que la perdieron exhibieron un progresivo declive de los anti-N a lo largo de los 5 a 8 años precedentes. Con el valor umbral de anti-N seleccionado por los científicos, la sensibilidad y especificidad en la predicción de seroconversión en el plazo de 1 año fue del 68 y del 93%, respectivamente. En combinación con valores de anti-S inferiores a 100 U/ml, el porcentaje de pacientes que alcanzó la seronegatividad en este mismo plazo de tiempo fue del 88%.

Así lo afirma Lung-Yi Mak, co-director del estudio, quien prosigue señalando la necesidad de identificar biomarcadores predictivos de cura funcional, representada por la seronegatividad anti-S. A diferencia de estos últimos anticuerpos, los anti-N carecen de una función neutralizante conocida, siendo reconocidos únicamente como marcadores de exposición viral, asegura Mak. Los resultados serían consistentes con los de un estudio previo en el que la combinación de niveles bajos de anti-N y ausencia de ADN viral se asoció a mayor probabilidad de seronegatividad anti-S en los siguientes 10 años. En ausencia de tratamiento farmacológico, la seronegatividad anti-S mantenida durante al menos un año se asocia a mejor prognosis, ya que es invariablemente acompañada por una disminución de todos los marcadores virales, así como de los síntomas, incluyendo la inflamación hepática y la fibrosis, concluyen los investigadores.

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