Los linfocitos T gamma/delta predicen la supervivencia y la respuesta a la quimioterapia en el cáncer colorrectal
La capacidad pronóstica de este nuevo biomarcador es independiente de otros factores clínicos y demográficos, según señala un nuevo estudio.
Investigadores chinos han determinado que el grado de infiltración de los tumores colorrectales por linfocitos T portadores de receptores gamma/delta predice la supervivencia de los pacientes, independientemente de la edad, género, estadio TNM o niveles circulantes del antígeno carcinonembriónico (CEA). Mientras que más del 80% de los pacientes con elevada ...
Investigadores chinos han determinado que el grado de infiltración de los tumores colorrectales por linfocitos T portadores de receptores gamma/delta predice la supervivencia de los pacientes, independientemente de la edad, género, estadio TNM o niveles circulantes del antígeno carcinonembriónico (CEA). Mientras que más del 80% de los pacientes con elevada infiltración tumoral seguían vivos a los 60 meses, la supervivencia en los de menor infiltración estuvo alrededor del 50%. El estudio también estableció que los niveles séricos de CEA y el estadio de la enfermedad según las directrices AJCC son, igualmente, factores pronósticos independientes en el conjunto de toda la población examinada.
Kang Li, científico de la Universidad Xi´an Jiaotong y director del estudio, afirma que la presencia de un infiltrado abundante estuvo relacionada con la administración de terapia adyuvante, en un efecto manifestado en la comparación con pacientes que también recibieron este tratamiento postoperatorio, pero que presentaban baja infiltración. Utilizando algunas de las variables clínicas arriba descritas, los investigadores han desarrollado un nomograma que predice con relativa fiabilidad la supervivencia a los 1, 2 y 5 años. Li señala que el cáncer colorrectal es el tercero de mayor incidencia y el segundo en mortalidad, la cual afectó a 860.000 pacientes en el año 2018. Aunque la mortalidad por esta causa se ha reducido en los últimos años, la incidencia crece progresivamente, especialmente entre las personas menores de 50 años. Ello hace necesario desarrollar herramientas como la actual, dirigida a facilitar el pronóstico en cada paciente, concluye el investigador.
