La relevancia de los factores ambientales tempranos en el origen, curso y respuesta al tratamiento en enfermedad mental. Fue de lo que trató un simposio este jueves en el XXVI Congreso Nacional de Psiquiatría, moderado por Lourdes Fañanás Saura. Comentó que la vida va a poner a prueba la vulnerabilidad de los genes. Las cosas que nos suceden buenas y las no tan buenas tienen mucho que ver con el embarazo.

Gianluca Ursini habló de estrés materno, biología de la placenta y trayectorias de riesgo de trastornos mentales. El número de actividades continuadas del modelo en la genética es un factor de riesgo de psicosis en la descendencia. Puntualizó que existen pocos estudios que desarrollen la relación entre el presente y el desarrollo. "La esquizofrenia podría desempeñar un papel en la placenta, que es un órgano muy complejo con un compartimento tisular muy diferente", expuso. Es importante destacar que se encuentra una regulación minuciosa mediante moléculas como alternativas que se sabe que median en la relación entre la inflamación materna y el desarrollo de la descendencia. Añadió que es necesario encontrar "el mecanismo universal" de la era digital, que son los "biomarcadores genómicos de la placenta". Tiene que ver con las ratios de desarrollo neurológico.

Soledad Romero Celo trató las experiencias de maltrato durante la infancia y pronóstico clínico del trastorno mental infanto-juvenil. Del trauma complejo el individuo no puede huir e interfiere en la habilidad del menor para trazar vínculos afectivos. Suele haber negligencia emocional. No tiene el entorno necesario para poder procesar la experiencia traumática. Las experiencias de trauma pueden generar un trastorno de estrés postraumático. El diagnóstico de complejo se ha introducido hace poco. Citó un estudio en el que comprobaron que el maltrato más frecuente es la negligencia emocional. Hay un factor de riesgo de dosis-efecto. Trastorno de conducta alimentaria, trastorno psicótico, etcétera. A mayor maltrato, mayor sintomatología. Ahí hay una oportunidad de intervención temprana.

Constató que "el maltrato infantil es un fenómeno altamente complejo que se asocia con una afectación sistémica del individuo". Hay un factor de riesgo muy elevado (modificable) que afecta al funcionamiento y predispone a un amplio número de enfermedades psiquiátricas y comorbilidades. Contemplar el Dx de TEPT complejo ayuda a entender porque no hay respuesta a tratamientos convencionales e integrar esta mirada en el tratamiento ayudará a desarrollar tratamientos efectivos y abordajes terapéuticos sensibles a la historia de trauma del individuo. Con todo, la negligencia emocional es el impacto más importante.

Marcadores biológicos de la disfunción del eje HHA y del sistema inmunitario en niños y adolescentes expuestos a maltrato infantil. Fañanás Saura comentó que el cortisol de los niños maltratados es menor. Esto tiene un efecto tóxico específico en su cerebro. Cuando se controla la vivencia de los niños, se ha visto que eran incapaces de poner el cortisol para su adaptabilidad, derivando en más ansiedad. Es trascendental la forma en la que los primeros años de vida nos conforma para adaptarnos al entorno. La vida es un vídeo continuo, no una foto, y para entender los fenómenos hay que entender la vida de la persona.

Benedikt Lorenz Amann se centró en el uso de la Terapia basada en Eye Movement Desensitization and Reprocesing (EMDR) en pacientes con trastorno mental e historia de eventos traumáticos. Provoca un crecimiento a nivel postraumático. El problema en psiquiatría es que no se quiere ver el trauma, por lo que no se va a tratar el trauma, mientras que "es seguro trabajar el trauma". Defendió que, si se trabaja el trauma, se reduce el riesgo de recaídas.

Entre los mensajes para llevar a la consulta, el trauma psicológico ni es esotérico ni inventado. Es un factor de riesgo para trastornos mentales y enfermedades somáticas. El trauma psicológico, TEPT y TEPTc son muy prevalentes en los servicios psiquiátricos, empeoran el curso, pero son infradiagnosticados e infratratados. EMDR tiene evidencia científica en el tratamiento de TEPT con un protocolo estructurado.