Un encuentro del experto del XXVI Congreso Nacional de Psiquiatría, este jueves, fue sobre los sistemas de salud inteligentes (Learning Healthcare Systems) en psiquiatría. Lo moderó Ángela Ibáñez Cuadrado y presentado por Jerónimo Sáiz Ruiz. Carlos Blanco trató cómo lo viven en Estados Unidos y cómo se podría adaptar en ...
Un encuentro del experto del XXVI Congreso Nacional de Psiquiatría, este jueves, fue sobre los sistemas de salud inteligentes (Learning Healthcare Systems) en psiquiatría. Lo moderó Ángela Ibáñez Cuadrado y presentado por Jerónimo Sáiz Ruiz. Carlos Blanco trató cómo lo viven en Estados Unidos y cómo se podría adaptar en España. "Es más fácil adaptar las ideas al sistema sanitario, por la Sanidad pública", opinó. A su parecer, "los tratamientos no siempre son los adecuados, porque no se adecuan a la evidencia". Eso hace que no sean todo lo efectivos que pudieran ser y que los pacientes puedan padecer efectos secundarios. Todos cometemos errores, "es inevitable", por lo que hay que crear sistemas que disminuyan los errores a nivel sistemáticos. Eso limita el número de errores y su gravedad. Además, los errores tienen un coste económico para el sistema sanitario. Parte del reto que se tiene es cómo combinar la medicina de precisión respetando las preferencias de salud.
Querer no es suficiente, hay que actuar. Muchas veces la investigación que se hace tiene que ver con la curiosidad del investigador y no con las necesidades del paciente. Los investigadores tienen una obligación con la salud pública. La ciencia que se genera a veces no se utiliza para mejorar los resultados de los tratamientos. Se tarda en traer las innovaciones bastante tiempo y eso repercute en los pacientes. Hacer lo que se haga, será imperfecto. Por eso, hay que estudiar cómo se puede mejorar. Las características para los sistemas inteligentes serían: tener la preferencia de los pacientes, utilizar la mayor evidencia posible, eliminar las variaciones no justificadas, hay protocolos que se deben justificar, que el tratamiento sea fiable y eficiente y que sea el menos caro para poder tratar a más gente. Los requerimientos de los sistemas inteligentes son sencillos a nivel de idea. Lo primero es identificar objetivos. Luego, es importante identificar quién tiene poder en el sistema para tomar decisiones. Tiene que haber algún tipo de refuerzo y algún sistema para que sea sostenible. Animó a pensar cómo se van a gestionar los cambios, que pueden ser a nivel clínico, pero también a nivel administrativo. Los cambios definirán el tipo de la organización. El sistema inteligente tiene que ver que "hay una utilidad para alguien", ya sea el paciente, los clínicos o las enfermeras. Si el proyecto se enmarca como mejora de la calidad del tratamiento, los comités tienden hacia dar luz verde a los estudios.