El simposio El paciente en el centro: La evolución de la psicofarmacología en patología mental grave, que tuvo lugar este jueves en el XXVI Congreso Nacional de Psiquiatría, con la colaboración de Janssen Neuroscience, sirvió para conocer mejor datos del estudio Integrate. Éste el primer estudio de práctica clínica de Spravato ...
El simposio El paciente en el centro: La evolución de la psicofarmacología en patología mental grave, que tuvo lugar este jueves en el XXVI Congreso Nacional de Psiquiatría, con la colaboración de Janssen Neuroscience, sirvió para conocer mejor datos del estudio Integrate.
Éste el primer estudio de práctica clínica de Spravato puesto en marcha a nivel nacional, en el que han participado 40 centros distribuidos por todo el territorio. En Salamanca, se presentaron datos de una muestra de más de 100 pacientes, tratados tanto en entornos hospitalarios como ambulatorios. Los resultados muestran la eficacia de esketamina en pacientes con depresión resistente al tratamiento, observándose que en más de uno de cada cuatro pacientes el inicio de acción del fármaco (entendido como una reducción de la sintomatología depresiva objetivable por el clínico) se producía a las 24 horas tras la administración, y alcanzándose tasas de respuesta y remisión del 87% y el 40% respectivamente en aquellos pacientes en fase de mantenimiento. Asimismo, el estudio encuentra un buen perfil de seguridad, ya que el 99,1% de los efectos adversos observados es lee o moderado (sólo se reportaron dos EAs graves y ninguno se consideró relacionado con el tratamiento) y casi todos (97,5%) se resolvieron en el mismo día de la administración sin necesidad de tratamiento farmacológico para su resolución.
El moderador del simposio fue el Dr. Josep Antoni Ramos-Quiroga, jefe de Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Vall d´Hebron, presidente de la Comisión Innovación del Hospital Universitari Vall d´Hebron y profesor titular de la Universidad Autónoma de Barcelona, hizo en primer lugar una breve introducción. Puso de relieve el proyecto de primeros episodios psicóticos (PEPs) de hace diez años, que facilitaron llegar a guías de abordaje temprano de primeros episodios de esquizofrenia. "Hoy hemos evolucionado y podemos tratar a pacientes con depresión resistente con nuevas moléculas", indicó. Destacó que la salud mental debe ser una prioridad. Más de 4.000 personas pierden la vida cada año por suicidio. Gracias a la innovación terapéutica, se pueden hacer acciones que reduzcan la proporción de los suicidios vinculados a la depresión. Recordó los procesos cerebrales de las personas que sufren depresión. Por ejemplo, las recaídas en esquizofrenia provocan una pérdida de masa gris, por lo que es en los episodios principales donde hay una ventana de oportunidad,
Sus conclusiones fueron: vivimos un momento privilegiado y de oportunidad que nos ofrece la innovación; la depresión produce atrofia y daño neuronal que puede llevar a un deterioro progresivo y cronificar la enfermedad; y el tiempo es clave para evitar la disfuncionalidad y el deterioro cerebral tanto en los pacientes con depresión como con los pacientes con esquizofenia.
La Dra. Pilar Sierra San Miguel, psiquiatra de la Unidad de Trastornos Bipolares del Hospital Universitario La Fe (Valencia) y profesora permanente laboral de la Universidad de Valencia, ofreció nuevos datos en el manejo de la depresión resistente. Cuánto más tiempo se tiene a los tratamientos con depresión no tratada, en malas condiciones, más se deteriorarán, mayor riesgo de cronicidad habrá. Las recaídas conllevan un peor pronóstico, porque alejan de la remisión. Hay medicamentos con altos períodos de latencia, con semanas o meses para lograr respuesta y remisión. "Es un momento dulce, porque tenemos nuevas alternativas", puntualizó. Hay nuevos fármacos que están aumentando las fases en los ensayos. El estrés en estos pacientes genera una pérdida de conexiones sinápticas. La esketamina hace que se libere el glutamato, por lo que entrará calcio. Se genera un incremento y un aumento de grosor de las dendríticas. Se plantea que es un fármaco rápido, con perfil de alta tolerabilidad y eficacia. Respecto a ESCAPE-TRD, es el primer ensayo que compara una esketamina con la quetiapina. En el grupo de la esketamina consiguió alcanzar la remisión a corto plazo. "Nos están llegando pacientes muy cronificados, y el número de intentos fallidos condicionará la respuesta", admitió.
Dio unas pinceladas del estudio Integrate. Los pacientes empezaban y continuaban el tratamiento en un entorno clínico controlado. Cuando se miraba la eficacia, hay un grupo del 27,5% con una respuesta muy rápida, de 24 horas tras administración. Los pacientes que tardan más acaban teniendo la remisión (de unas cuatro semanas), por lo que hay que tener más paciencia. En cuanto a la seguridad, se vio que los efectos secundarios no distaban mucho de lo que se había visto en los ensayos. El 99% de los psiquiatras consideraba que eran leves o moderados. De la tolerabilidad y efectos secundarios, señaló que se plantearon dudas por la forma de administración, pero no se está viendo nada diferente. Los efectos adversos de la esketamina IN ocurren en el día de la administración, son transitorios y de fácil manejo.
Con todo; Sierra San Miguel sostuvo que la depresión es frecuente, grave y peligrosa. Avisó de que el nihilismo terapéutico cronifica al paciente con depresión. Se congratuló de que contamos con "nuevas opciones actuales y en desarrollo". Insistió en que "la esketamina intranasal se confirma como una alternativa útil y segura en pacientes con depresión resistente al tratamiento". Los datos en clínica real avalan su eficacia y buen perfil de seguridad. Terminó: "Vamos aprendiendo a prescribir y a derivar".
De los nuevos retos en el tratamiento del paciente con esquizofrenia se encargó la Dra. Paz García-Portilla, catedrática vinculada de Psiquiatría de la Universidad de Oviedo. Subrayó que al paciente no hay que perderlo de vista. "Entras en una persona, no en una esquizofrenia", manifestó. Aseveró que "un reto es incorporar a la práctica clínica la innovación que tenemos a nuestro alcance". Lamentó que tenemos una innovación que no se está utilizando. Puso el foco en el daño social que conlleva un segundo episodio, un tercero, un cuarto, etcétera, para el paciente. "El daño social y el daño cerebral están relacionados con la aparición de un segundo episodio", precisó. De acuerdo con sus palabras, hay que evitar ese segundo episodio.
¿Qué proporciona al paciente la prevención de nuevos episodios o el retraso en su aparición? Porque los pacientes necesitan "tiempo libre de enfermedad", para poder hacer algo. Se habla de una enfermedad que suele empezar en la adolescencia. Tiempo para formarse, para establecer relaciones, para lograr estabilizar un trabajo competitivo y para contribuir al desarrollo de la sociedad. En tres años, un chico pasa de 18 a 21 años y puede hacer muchas cosas en su vida. Hay un valor añadido. Hay evidencias de que también se previene la resistencia al tratamiento. El segundo episodio altera la respuesta al tratamiento. Y se disminuye el riesgo de mortalidad. "Hay que ser ambiciosos, no pueden quedar síntomas residuales", apostilló. Otro beneficio es una menor carga para las familias.
Omo reflexión personal, "si nuestro quehacer clínico tiene al paciente en su centro, pero no le ofrecemos la innovación terapéutica a nuestro alcance, ¿le estamos dando a nuestros pacientes todas las oportunidades de mejora?". Alegó que "la verdadera innovación no son los tratamientos de larga duración, sino la prolongación del tiempo de su administración". A mayor duración del intervalo de administración de los tratamientos de larga duración, mejores resultados de la enfermedad. Matizó que probablemente mediado por su efecto preventivo de nuevos episodios de la enfermedad.
Las conclusiones finales del simposio fueron que hay que avanzar de forma ágil en los escalones terapéuticos para evitar la disfuncionalidad y el deterioro cerebral en los pacientes con depresión resistente al tratamiento y que el tiempo añade sufrimiento a los pacientes, y también se convierte en un desafío contante para la especialidad. Igualmente, se dispone "de las herramientas necesarias de prevención y tratamiento". En ese sentido, "ahora es el momento de emplearlas con determinación y un enfoque aún más decidido". Se puede mejorar significativamente la vida de las personas con trastornos mentales y avanzar hacia un futuro más esperanzador.