Un nuevo estudio realizado en más 400.000 personas revela que añadir condimentación con sal en la comida ya en la mesa incrementa el riesgo de diabetes de tipo 2 (DT2) un 11, un 18 y un 28%, en individuos que realizan esa práctica a veces, normalmente o siempre, respectivamente, en ...
Un nuevo estudio realizado en más 400.000 personas revela que añadir condimentación con sal en la comida ya en la mesa incrementa el riesgo de diabetes de tipo 2 (DT2) un 11, un 18 y un 28%, en individuos que realizan esa práctica a veces, normalmente o siempre, respectivamente, en comparación con quienes sólo lo hacen raramente o nunca. Los participantes, inicialmente libres de DT2, enfermedades renales o cardiovasculares fueron monitorizados durante una mediana de casi 12 años, constatándose que el índice de masa corporal (IMC), la proporción entre el perímetro de cadera y talle y los niveles de proteína C reactiva contribuyen a esta asociación en un 33, un 39 y un 8%, respectivamente. La contribución del IMC procedió mayoritariamente de la proporción de masa grasa, según afirma Lu Qi, investigador en la Escuela de Salud Pública y Medicina Tropical de la Universidad de Tulane y director del estudio.
El científico prosigue indicando que aunque múltiples estudios clínicos y preclínicos previos habían vinculado el consumo de sal con la elevación de la presión arterial y la hipertensión, el actual es el primero en demostrar una asociación con la DT2. Los hallazgos sugieren que la adición de sal es un signo de preferencia por este condimento a largo plazo, señala Qi. Los investigadores teorizan que la sal estimula el consumo de raciones de alimento más grandes, lo que favorecería el desarrollo de factores de riesgo, tales como el exceso de peso y la inflamación sistémica. Esta hipótesis estaría apoyada por la relación entre la asociación hallada y los biomarcadores antropométricos y serológicos evaluados.