Científicos de la Universidad Técnica de Dinamarca (DTU) han logrado mapear una parte central del sistema inmunológico. En concreto, las moléculas ALH de clase II , además de predecir con precisión cómo muestran fragmentos de patógenos en la superficie de las células.

Las células alertan al sistema inmunológico de cualquier intruso ya sea un virus, cualquier patógeno o rastro de tumor cancerígeno a través de proteínas especiales llamadas moléculas de antígeno leucocitario humano (ALH). Son responsables de avisar al sistema inmunológico de cualquier posible irregularidad. "La razón por la que el organismo puede detectar que algo se esconde dentro de la célula son las moléculas de clase ALH y a partir de ahí, toman fragmentos de proteínas del patógeno dentro de la célula, los transporta a la superficie y los muestra. Si los fragmentos tienen propiedades que no son reconocibles, el sistema inmunológico inicia una reacción que mata la célula", explicó Morten Nielsen, profesor de DTU Health Technology y autor correspondiente de este trabajo, publicado en ´Science Advances´.

El equipo de Nielsen lleva trabajando en ALH alrededor de 20 años y ha realizado importantes contribuciones al proceso de desarrollo de tratamientos destinados a ayudar y entrenar al sistema inmunológico en la lucha contra enfermedades. Gran parte de los avances logrados en la inmunoterapia contra el cáncer tienen algunas conexiones con las herramientas desarrolladas por dicho experto.

Innumerables genes HLA clase II
que afectan a la salud

Para comprender cómo los innumerables genes ALH clase II afectan a la salud, el prof. Nielsen y equipo necesitaban saber qué tipos de patógenos reconocen y cómo los presentan a nuestro sistema inmunológico. Para dar este último impulso y descubrir las reglas que definen el ALH clase II, integraron conjuntos de datos a gran escala y de alta calidad que cubren una amplia variedad de moléculas ALH clase II y sus especificidades. Utilizaron marcos de aprendizaje automático personalizados, mejorando así la capacidad de predecir con precisión cómo funcionan.

"Hace veinte años, analizábamos 500 puntos de datos de una molécula, pero pronto aprendimos que esto tenía reglas. Así que, gradualmente, nuestra comprensión creció, al igual que la tecnología disponible. Hemos pasado de nuestro primer trabajo con una molécula al último, que cubre 50.000 moléculas. Todas las cuales se describen en detalle". indicó, al respecto, el prof. Nielsen.

Con este último trabajo, estos investigadores ofrecen ´una caja de herramientas completa´ que también puede usarse para infecciones virales o enfermedades autoinmunes, sin olvidar que todavía queda mucha investigación en este campo. Y es que hay muchas combinaciones posibles en el sistema ALH clase II, y dado que sólo se han investigado y mapeado extensamente las moléculas DRB1, ha faltado la comprensión de todo el complejo de ALH clase II.