En un estudio con 22 pares de gemelos idénticos, investigadores de Stanford Medicine, de la Universidad de Standford (Estados Unidos) y sus colegas han descubierto que una dieta vegana mejora la salud cardiovascular en tan sólo ocho semanas, según publican sus autores en la revista ´JAMA Network Open´. Aunque es bien ...
En un estudio con 22 pares de gemelos idénticos, investigadores de Stanford Medicine, de la Universidad de Standford (Estados Unidos) y sus colegas han descubierto que una dieta vegana mejora la salud cardiovascular en tan sólo ocho semanas, según publican sus autores en la revista ´JAMA Network Open´.
Aunque es bien sabido que comer menos carne mejora la salud cardiovascular, los estudios sobre dietas suelen verse obstaculizados por factores como las diferencias genéticas, la educación y las elecciones de estilo de vida. Sin embargo, al estudiar a gemelos idénticos, los investigadores pudieron controlar la genética y limitar los demás factores, ya que los gemelos crecieron en los mismos hogares y declararon estilos de vida similares.
"Este estudio no sólo proporciona una forma innovadora de afirmar que la dieta vegana es más sana que la dieta omnívora convencional, sino que además fue un placer trabajar con los gemelos --afirma el doctor Christopher Gardner, Catedrático Rehnborg Farquhar y profesor de Medicina--. Vestían igual, hablaban igual y tenían unas bromas entre ellos que sólo se pueden tener si se pasa una cantidad desmesurada de tiempo juntos".
El ensayo, realizado entre mayo y julio de 2022, consistió en 22 pares de gemelos idénticos para un total de 44 participantes. Los autores del estudio seleccionaron a participantes sanos sin enfermedades cardiovasculares del Registro de Gemelos de Stanford -una base de datos de gemelos fraternos e idénticos que han aceptado participar en estudios de investigación- y emparejaron a un gemelo de cada pareja con una dieta vegana u omnívora.
Ambas dietas eran saludables, repletas de verduras, legumbres, frutas y cereales integrales, y carentes de azúcares y almidones refinados. La dieta vegana era totalmente vegetal y no incluía carne ni productos animales como huevos o leche. La dieta omnívora incluía pollo, pescado, huevos, queso, lácteos y otros alimentos de origen animal.
Durante las primeras cuatro semanas, un servicio de comidas distribuyó 21 comidas a la semana: siete desayunos, almuerzos y cenas. Las cuatro semanas restantes, los participantes prepararon sus propias comidas. Una dietista titulada, o "susurradora de dietas", según Gardner, estuvo de guardia para ofrecer sugerencias y responder a preguntas sobre las dietas durante todo el estudio. Se entrevistó a los participantes sobre su ingesta dietética y llevaron un registro de los alimentos que consumían.
Cuarenta y tres participantes completaron el estudio, lo que, según Gardner, demuestra lo factible que es aprender a preparar una dieta sana en cuatro semanas.
"Nuestro estudio utilizó una dieta generalizable que es accesible a cualquiera, porque 21 de los 22 veganos siguieron la dieta --subraya Gardner, que es profesor del Centro de Investigación Preventiva de Stanford--. Esto sugiere que cualquiera que elija una dieta vegana puede mejorar su salud a largo plazo en dos meses, y que el mayor cambio se observa en el primer mes".
Los autores observaron la mayor mejora durante las primeras cuatro semanas del cambio de dieta. Los participantes con dieta vegana presentaban niveles significativamente más bajos de colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL-C), insulina y peso corporal -todos ellos asociados a una mejor salud cardiovascular- que los participantes omnívoros.
Los investigadores pesaron a los participantes y les extrajeron sangre en tres momentos: al principio del ensayo, a las cuatro semanas y a las ocho semanas. El nivel medio basal de LDL-C de los veganos era de 110,7 mg/dL y de 118,5 mg/dL el de los participantes omnívoros; al final del estudio, descendió a 95,5 en el caso de los veganos y a 116,1 en el de los omnívoros. El nivel óptimo saludable de LDL-C es inferior a 100.
Como los participantes ya tenían niveles saludables de LDL-C, había menos margen de mejora, dijo Gardner, especulando que los participantes que tenían niveles basales más altos mostrarían un mayor cambio.
Los participantes veganos también mostraron un descenso del 20% en la insulina en ayunas (un nivel más alto de insulina es un factor de riesgo para desarrollar diabetes). Los veganos también perdieron una media de 2,5 kilos más que los omnívoros. "Basándonos en estos resultados y pensando en la longevidad, la mayoría de nosotros nos beneficiaríamos de una dieta más basada en plantas", asegura Gardner.
Los participantes veganos (y los omnívoros en cierta medida) hicieron las tres cosas más importantes para mejorar la salud cardiovascular, según Gardner: redujeron las grasas saturadas, aumentaron la fibra dietética y perdieron peso.
Gardner subraya que, aunque la mayoría de la gente probablemente no se haga vegana, un empujoncito en la dirección vegetal podría mejorar la salud. "Una dieta vegana puede conferir beneficios adicionales, como el aumento de las bacterias intestinales y la reducción de la pérdida de telómeros, que ralentiza el envejecimiento del organismo", afirma.
"Más importante que ser estrictamente vegano es incluir en la dieta más alimentos de origen vegetal", indica Gardner, que ha sido "mayoritariamente vegano" durante los últimos 40 años.