La hiperplasia benigna de próstata (HBP) es una de las enfermedades más comunes entre los hombres mayores de 50 años y aumenta progresivamente con la edad.7 Se calcula que en 2024 más de 2,2 millones de varones mayores de 40 años padecerán síntomas moderados o graves de HBP.8 Se caracteriza ...
La hiperplasia benigna de próstata (HBP) es una de las enfermedades más comunes entre los hombres mayores de 50 años y aumenta progresivamente con la edad.7 Se calcula que en 2024 más de 2,2 millones de varones mayores de 40 años padecerán síntomas moderados o graves de HBP.8 Se caracteriza por un agrandamiento de la próstata y puede manifestarse clínicamente a través de diversos síntomas del tracto urinario inferior (c). Puede ejercer presión sobre la uretra y obstruirla. Los síntomas de la HBP incluyen problemas urinarios como micción nocturna frecuente (nicturia) y pueden causar interrupción del sueño, pérdida de productividad, depresión y disminución de la calidad de vida.9
El tratamiento de la HBP busca reducir estos síntomas urinarios y mejorar la calidad de vida del paciente.
En la actualidad existen multitud de opciones de tratamiento para esta afección. Aparte de la medicación convencional, existen algunos procedimientos mínimamente invasivos.
El sistema Urolift® utiliza un método mínimamente invasivo para el tratamiento de la HBP, que puede realizarse como procedimiento ambulatorio en el mismo día3 y es una opción de eficacia probada para pacientes que buscan una alternativa a los medicamentos.4 El sistema UroLift® no requiere calentamiento, corte, extirpación ni destrucción del tejido prostático, lo que se traduce en una rápida recuperación en días, no meses.
Un impacto significativo
La Dra. Carmen González Enguita, jefa del Servicio de Urología Corporativa del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz y Hospitales Públicos del Grupo Quirónsalud Madrid (Licencia Médica nº 28/43538), nos ha aportado más información sobre el tema. La siguiente información, incluidas sus citas, están basadas en su propia experiencia. La Dra. González Enguita recuerda que la HBP es "el agrandamiento progresivo y no maligno de la glándula prostática". También afirma que quizás lo más llamativo es "su alta prevalencia", y que se observa cada vez más con la edad avanzada. Describe que "estamos asistiendo a una intensa ola de desarrollo de nuevas tecnologías prostáticas mínimamente invasivas cuyo objetivo común es resolver esa obstrucción del flujo que provoca la compresión de la uretra prostática e impide la evacuación completa de la vejiga". Existen varios tipos de procedimientos para tratar la HBP. Cita la vaporización de la próstata con láser o enucleación, la ablación de la próstata con chorro de agua a alta presión, la terapia térmica con vapor de agua para el tejido prostático, la embolización de la arteria prostática, en la que se inyectan pequeñas partículas (microesferas) para reducir el flujo sanguíneo al tejido prostático, y el lifting de la uretra prostática, que utiliza implantes permanentes en el tejido prostático para mantener la uretra abierta y aliviar la obstrucción. Según su experiencia, "estos procedimientos son eficaces para aliviar los STUI inducidos por la HBP. Son técnicas diseñadas para ser mínimamente invasivas para el paciente, algunas de ellas claramente definidas como mínimamente invasivas. En mi experiencia no se requiere una hospitalización prolongada".
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