Científicos del Union Hospital, Tongji Medical College y la Universidad de Ciencia y Tecnología de Huazhong (China) han profundizado en las complejidades moleculares del osteosarcoma en los ancianos, un tumor maligno del esqueleto. Los pacientes ancianos con osteosarcoma presentan características diferentes en comparación con los pacientes jóvenes, lo que generalmente resulta en un mal pronóstico.

El mecanismo subyacente al desarrollo del osteosarcoma en pacientes de edad avanzada es relativamente desconocido y de gran interés en aplicaciones clínicas. Las células senescentes pueden acelerar la progresión del tumor mediante la reprogramación metabólica.

En concreto, como se expone en el trabajo publicado en la revista ´Genes & Diseases´, el equipo investigó detalladamente las células senescentes, que ya no se dividen ni crecen, y su influencia en la progresión del tumor, con especial atención en el ácido metilmalónico (MMA), un compuesto que se encuentra en niveles elevados en los ancianos y que se sabe que está asociado a características agresivas del cáncer. Los hallazgos fueron sorprendentes, al comprobar que los niveles elevados de MMA en los ancianos mejoraron la capacidad de crecimiento de las células del osteosarcoma.

Su exploración tuvo como objetivo descifrar la influencia de la MMA en el osteosarcoma, centrándose en su interacción con el gen MAFB, que se observa que es muy activo en muestras de osteosarcoma de edad avanzada.

Asimismo, los investigadores identificaron una vía molecular pionera en la que las alteraciones inducidas por MMA en el eje MAFB-NOTCH3 aceleraron la progresión del osteosarcoma mediante la activación de las vías PI3K-AKT. Cuando se inhibió la vía MAFB-NOTCH3, los tratamientos del osteosarcoma con inhibidores de AKT se volvieron notablemente más efectivos.

El estudio subraya, asimismo, la importancia de MAFB como un nuevo biomarcador asociado a la edad para el osteosarcoma, lo que sugiere una combinación terapéutica innovadora dirigida al eje MAFB-NOTCH3 y la inhibición de AKT.

Dicho trabajo, según sus autores, no sólo cierra la brecha de comprensión sobre la distinta progresión del osteosarcoma en pacientes de edad avanzada, sino que también abre la puerta para mejorar la eficacia del tratamiento en este grupo de edad.

A juicio de los investigadores, con ello se ha dado un paso fundamental en el camino de los tratamientos más eficaces y específicos para pacientes ancianos con osteosarcoma.