El potencial de los microARNs en la recuperación funcional tras el ictus
Un estudio en un modelo animal revela mejoras clínicas y motoras con un agonista del microARN miR-212-5p, identificando además una nueva diana terapéutica.
Científicos de múltiples centros chinos han descubierto que las vesículas exosomales aisladas del área de penumbra del ictus isquémico se caracterizan por un reducido contenido del microARN miR-212-5p. En un modelo de isquemia e ulterior reperfusión cerebral en ratones, la inyección intracerebroventricular de un mimético que potencia la actividad de ...
Científicos de múltiples centros chinos han descubierto que las vesículas exosomales aisladas del área de penumbra del ictus isquémico se caracterizan por un reducido contenido del microARN miR-212-5p. En un modelo de isquemia e ulterior reperfusión cerebral en ratones, la inyección intracerebroventricular de un mimético que potencia la actividad de este microARN mejoró la coordinación motora y los déficits neurológicos a los 7 días. El tratamiento incrementó tanto la velocidad media corriendo como la longitud de la zancada, según afirma Jian-guang Xu, investigador de la Universidad de Medicina Tradicional China de Shanghai y co-director del estudio. El científico prosigue indicando que el mimético también restauró parcialmente los potenciales motores evocados, promoviendo además la conexión funcional entre el área afectada del córtex motor y el córtex sensorial.
Adicionalmente, los animales tratados mostraron mayor plasticidad sináptica y menor degeneración axonal, así como un aumento en la formación y crecimiento de espinas dendríticas. En el examen del mecanismo de acción los investigadores hallaron que, entre las diversas proteínas expresadas en los exosomas de la penumbra isquémica, PLXNA2 actúa como diana de miR-212-5p, lo que asigna a esta proteína potencial como diana terapéutica en el ictus. Xu señala que el beneficio proporcionado por miR-212-5p pudo ser recapitulado en experimentos in vitro, en los que este microARN redujo la apoptosis, o muerte celular programada. En su conjunto, los hallazgos justificarían la exploración clínica de miR-212-5p en la rehabilitación tras el ictus, concluye Xu.
