Ciertos problemas persistentes después del contagio con SARS-CoV-2 han requerido escaneos cerebrales por resonancia magnética. Aunque, tras estas prácticas se han encontrado diferencias en comparación con cerebros sanos, se ha determinado que no son específicas de COVID-19. Ello ha conducido al empleo de otras tecnologías de exploración para comprender lo ...
Ciertos problemas persistentes después del contagio con SARS-CoV-2 han requerido escaneos cerebrales por resonancia magnética. Aunque, tras estas prácticas se han encontrado diferencias en comparación con cerebros sanos, se ha determinado que no son específicas de COVID-19. Ello ha conducido al empleo de otras tecnologías de exploración para comprender lo que sucede en el cerebro de pacientes con síntomas persistentes después de la infección. Es el caso de investigadores de la Universidad de Linköping (Suecia).
Los autores del estudio examinaron los cerebros de 16 pacientes previamente hospitalizados por COVID-19 con síntomas persistentes. Según los resultados publicados en la revista ´Brain Communications´, mediante un nuevo tipo de resonancia magnética conocida como "resonancia magnética de difusión avanzada", se lograron observar diferencias en la estructura del tejido cerebral entre pacientes con síntomas persistentes después de la COVID-19 y personas sanas.
"La resonancia magnética por difusión es una tecnología muy sensible que permite detectar cambios en la organización de los axones nerviosos. Esta es una de las razones por las que queríamos utilizarla, para estudiar los efectos de la COVID-19 en el cerebro que otras tecnologías de imágenes podrían no detectar", según Deneb Boito, estudiante de doctorado en el Departamento de Ingeniería Biomédica de la Universidad de Linköping.
Dicha tecnología se basa en el hecho de que hay agua en todas partes del cerebro que se mueve en el tejido según la ley de mínima resistencia. Las moléculas de agua se mueven más fácilmente a lo largo de las vías neuronales. Al medir el movimiento de las moléculas de agua a través de las vías neuronales, los investigadores pueden inferir indirectamente la estructura de las vías neuronales.
Cambios en la materia blanca del cerebro
En su estudio actual, los investigadores utilizaron una versión más avanzada de resonancia magnética de difusión. Examinaron a 16 hombres que habían sido hospitalizados por COVID-19 grave y que participaron en el Estudio Linköping COVID-19 en el Departamento de Medicina de Rehabilitación de Linköping. Este grupo, que padecía síntomas persistentes después de siete meses, se comparó con un grupo de individuos sanos sin síntomas pos-COVID y que no habían sido hospitalizados. Los cerebros de los participantes fueron examinados tanto con resonancia magnética convencional como con resonancia magnética de difusión.
"Los dos grupos difieren en lo que respecta a la estructura de la materia blanca del cerebro. Esta puede ser una de las causas de los problemas neurológicos que experimentó el grupo que había padecido una enfermedad grave a consecuencia de la COVID-19. Es un resultado que concuerda con otros estudios que han mostrado cambios en la materia blanca del cerebro", apuntó Ida Blystad, neurorradióloga del Departamento de Radiología del Hospital Universitario de Linköping e investigadora afiliada al Departamento. de Salud, Medicina y Ciencias del Cuidado de la Universidad de Linköping y el Centro de Ciencia y Visualización de Imágenes Médicas (CMIV).
"Con esta tecnología no medimos la función del cerebro, sino su microestructura. Por tanto, estos hallazgos son una señal de que debemos investigar los efectos a largo plazo de la COVID-19 en el cerebro utilizando tecnología de resonancia magnética más avanzada", concluyó dicha investigadora.
De esta forma, los autores de este trabajo han avanzado que un próximo estudio investigará si los cambios detectados con la resonancia magnética de difusión están relacionados de alguna manera con la actividad cerebral y cómo las diferentes partes del cerebro se comunican entre sí a través de la sustancia blanca del cerebro en pacientes que padecen fatiga pos-COVID.