El Día Internacional de la Cobertura Sanitaria Universal, que se celebra cada año desde 2012, tiene como objetivo crear conciencia sobre la necesidad de contar con sistemas de salud fuertes y resilientes y una cobertura sanitaria universal con socios de múltiples partes interesadas. En esta marcada fecha los defensores de ...
El Día Internacional de la Cobertura Sanitaria Universal, que se celebra cada año desde 2012, tiene como objetivo crear conciencia sobre la necesidad de contar con sistemas de salud fuertes y resilientes y una cobertura sanitaria universal con socios de múltiples partes interesadas. En esta marcada fecha los defensores de la cobertura universal de salud unen sus voces para instar a los gobiernos a efectuar mayores inversiones en salud y a asumir compromisos para ayudar a acercar al mundo a la cobertura universal de salud para 2030.
Este año, bajo el lema "Salud para todos: es hora de actuar", la Organización Mundial de la Salud ha instado a acciones específicas centradas en la resiliencia de los sistemas de salud, partiendo de los actuales desafíos cada vez más complejos que amenazan la propia existencia de la humanidad, como la crisis climática, la degradación ambiental, la urbanización no planificada y los conflictos a gran escala.
Sin embargo, según advierte la OMS, "a estas alturas, más de la mitad de la población mundial no está totalmente cubierta por los servicios de salud esenciales. Y es que los avances en materia de cobertura sanitaria universal se han estancado a partir de 2015 y se han agudizado desde la pandemia de COVID-19".
Es por ello que en la campaña de este año se anima a reflexionar sobre una década de avances, desafíos y oportunidades para promover la cobertura universal de salud. Asimismo, con ella se remarca la necesidad de promulgar políticas que garanticen el acceso equitativo a los servicios de salud esenciales sin dificultades financieras y se sugiere aprovechar el impulso y los resultados de la segunda Reunión de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre la CSU del pasado mes de septiembre.
Tres dimensiones
La cobertura sanitaria universal se basa en los principios de equidad, no discriminación y el derecho a la salud, garantizando que también se llegue y cubra a las poblaciones más marginadas y que nadie se quede atrás.
Sus tres dimensiones son: la cobertura de la población (quién recibe los servicios, vinculada a la equidad), la cobertura de los servicios (qué servicios de salud están disponibles) y la protección financiera (garantizar que los servicios de salud no generen dificultades financieras).
La cobertura universal de salud significa, en definitiva, de acuerdo con la ONU, que todas las personas, en todas partes, deberían tener acceso a los servicios de salud que necesitan sin riesgo de sufrir dificultades financieras. Está integrado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (meta 8 de los ODS 3) e incluye toda la gama de servicios de salud esenciales, que abarcan la promoción, la prevención y el tratamiento de la salud.