Cuando el bienestar de un familiar empeora, así como su independencia y autonomía, la protección y el cuidado de su salud se convierten en una prioridad. En este sentido, conocer en todo momento el estado de la persona dependiente se convierte en algo rutinario; por ello, a la mayoría de ...
Cuando el bienestar de un familiar empeora, así como su independencia y autonomía, la protección y el cuidado de su salud se convierten en una prioridad. En este sentido, conocer en todo momento el estado de la persona dependiente se convierte en algo rutinario; por ello, a la mayoría de los entrevistados (84%) en el estudio `Todos queremos envejecer en casa: ¿el mayor tiempo posible y con ayuda de la tecnología?´ les generaría confianza que su familiar mayor o dependiente estuviera localizado en todo momento, tanto dentro como fuera de casa. Esta encuesta se ha realizado en Aragón y País Vasco con el objetivo de conocer la percepción que tiene la población acerca del papel que puede tener la tecnología en los cuidados domiciliarios de mayores, enfermos crónicos y personas con discapacidad.
El deseo de la mayoría de los españoles es envejecer en casa, y así lo han determinado las personas encuestadas, puesto que el 85% de la población querría envejecer en casa y a un 87% de los padres o familiares cercanos de los entrevistados, también. Y es que el cuidado total de una persona en situación de dependencia conlleva una serie de esfuerzos que pueden provocar dificultades para conciliar la vida laboral y familiar con esos cuidados, así lo ha manifestado el 73%. En línea con el deseo de envejecer en casa, el 42% prefiere hacerlo él/ella mismo/a o algún otro familiar o amigo, muy por encima de otras opciones como las residencias, los cuidadores privados o los centros de día.
Tecnología para el cuidado
De los entrevistados en la encuesta, 1 de cada 2 tiene o ha tenido a su cargo a algún familiar mayor o dependiente, principalmente familiares de primer grado: madres (33%) y padres (19%). Esto produce que muchas personas se conviertan en cuidadores sin esperarlo, en ocasiones, por un tiempo indefinido. Aquí, las nuevas herramientas tecnológicas, como los teléfonos móviles, tienen mucho que aportar; de hecho, al 61% de los entrevistados les interesaría tener una aplicación en su móvil para poder hacer el seguimiento de las mediciones de salud de su familiar mayor/dependiente, especialmente al target de 45-54 años y a las personas con hijos menores.
Según muestra el informe, las apps relacionadas con temas de salud, usadas por el 49% de los usuarios -especialmente en Aragón- y por las personas que tienen algún familiar a su cargo, se posicionan en 5º lugar detrás de aquellas referidas a la banca, al clima, a las tiendas online y a la gestión del calendario, respectivamente. En este sentido, la tecnología puede convertirse en un apoyo en los cuidados; pueden facilitar la vigilancia, supervisión, control, o seguimiento de las personas dependientes, ¿pero en qué medida? Los encuestados han querido destacar dos ventajas esenciales que le supone el uso de dispositivos tecnológicos para el cuidado domiciliario y son que aporta una mayor tranquilidad de los familiares y cuidadores (76%) y una mayor seguridad (61%). Además, expresan otra serie de beneficios como una mejora de la comunicación y conseguir mayor rapidez o atención inmediata.
El rol del farmacéutico y la farmacia como centro de bienestar
En el caso de personas dependientes/mayores, podría existir una pequeña barrera a la hora de manejar estos dispositivos y necesitarían cierto acompañamiento para su utilidad. Por este motivo, el estudio ha querido también resaltar la labor que tienen los profesionales sanitarios, en concreto, los farmacéuticos, para guiar y aconsejar a los cuidadores, familiares, mayores o personas dependientes, no solo en temas de salud, sino también en el uso de apps o dispositivos de cuidado en el hogar. Y es que casi 6 de cada 10 personas encuestadas tienen un farmacéutico de referencia al que siempre acuden -significativamente más las mujeres, las personas que tienen a alguien a su cargo y sin hijos menores en el hogar-. Pero, además, la gran mayoría confiaría en su farmacéutico de toda la vida para que hiciera el seguimiento de su salud o de la salud de un familiar y consideraría útil tener un registro de parámetros médicos medidos por el farmacéutico.
Teniendo en cuenta la relevancia del papel del farmacéutico en este caso, este tipo de tecnologías para el cuidado del hogar suponen una oportunidad para ofrecer más atención farmacéutica e implican una vía de acercamiento para fortalecer el rol de la farmacia como centro de bienestar. Facilitar servicios de cuidado de la salud en los hogares (HOMECARE) con personas mayores o dependientes desde la farmacia es un salto tecnológico y diferencial en los servicios de la misma y un proyecto pionero hacia un servicio integral de salud. Así, las farmacias se consolidan como centros que fomentan el bienestar a través de profesionales farmacéuticos que, además de satisfacer las necesidades del paciente, ofrecen consejo y asistencia personalizada.