Científicos de la Universidad de Hiroshima han establecido que el daño renal inducido por iohexol, un agente de contraste de uso común en la tomografía, puede ser atenuado mediante la inyección intravenosa de células madre mesenquimales (CMMs) humanas derivadas de tejido adiposo, previamente cultivadas en un medio sin suero. En ...
Científicos de la Universidad de Hiroshima han establecido que el daño renal inducido por iohexol, un agente de contraste de uso común en la tomografía, puede ser atenuado mediante la inyección intravenosa de células madre mesenquimales (CMMs) humanas derivadas de tejido adiposo, previamente cultivadas en un medio sin suero. En el correspondiente modelo animal el tratamiento redujo los niveles circulantes de creatinina y de nitrógeno asociado a la urea, así como los signos de apoptosis y de nefrosis osmótica en las células de los túbulos renales. En el examen del tejido a nivel molecular los investigadores también constataron una disminución en los niveles de un marcador asociado al daño cromosómico. Ayumu Nakashima, co-director del estudio afirma que estos efectos son atribuibles a la mayor secreción del factor de crecimiento EGF, como consecuencia del cultivo sin suero. En efecto, el EGF fue el único de los múltiples factores de crecimiento examinados cuya producción aumentó en estas condiciones. Adicionalmente, la neutralización de la expresión del EGF mediante un ARN de interferencia en las CMMs abolió la actividad terapéutica de estas células. Los beneficios proporcionados con la terapia celular pudieron ser reproducidos mediante la simple inyección de EGF recombinante humano, asegura Nakashima.
El científico concluye indicando que la nefropatía aguda inducida por agentes de contraste es la tercera causa de fallo renal agudo en pacientes ingresados. La ocurrencia de este efecto adverso aumenta el riesgo de complicaciones potencialmente fatales, así como el de desarrollar insuficiencia renal crónica, sin que hasta ahora existan tratamientos profilácticos eficaces. Los actuales hallazgos sitúan a las CMMs en el escenario de potenciales terapias, ya que la administración directa de EGF presenta riesgos, tales como la hipotensión.