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Fractura por fragilidad: un desafío para el sistema

Entre el 30% y el 50% de las caídas por fragilidad provocan una fractura. En el caso de los ancianos con osteoporosis, estas caídas por fragilidad suponen altas tasas de morbimortalidad, dependencia y discapacidad.

15/12/2023

Según los datos aportados por la International Osteoporosis Fundation (IOF), en España hay unos 3 millones de personas que padecen osteoporosis. Es decir, alrededor del 5,4% de la población española sufre esta enfermedad, conocida como "la enfermedad silenciosa", por que avanza sin provocar síntomas aparentes visibles. Así, la osteoporosis conlleva ...

Según los datos aportados por la International Osteoporosis Fundation (IOF), en España hay unos 3 millones de personas que padecen osteoporosis. Es decir, alrededor del 5,4% de la población española sufre esta enfermedad, conocida como "la enfermedad silenciosa", por que avanza sin provocar síntomas aparentes visibles. Así, la osteoporosis conlleva una disminución de la densidad de masa ósea, con el consecuente aumento del riesgo de sufrir una fractura (rotura del hueso). Actualmente, se estima que los costes de las fracturas provocadas por osteoporosis equivalen a 4,3 mil millones de euros, es decir, el 3,8% del total del gasto sanitario de nuestro país.

Asimismo, siguiendo con las cifras, 1 de cada 3 mujeres y 1 de cada 5 hombres mayores de 50 años padecerá alguna fractura osteoporósica a lo largo de su vida, siendo las fracturas vertebrales, las de cadera y las de muñeca, las más comunes. "La fractura de cadera tiene especial importancia ya que se considera un acontecimiento grave debido a que requiere intervención quirúrgica, ingreso hospitalario y supone para el paciente una pérdida de calidad de vida, aunque sea por un periodo corto de tiempo", destacan desde la Sociedad Española de Reumatología (SER). De hecho, estas fracturas no solo generan discapacidad funcional, sino que también aumentan el riesgo de morbimortalidad en la población geriátrica.

Es por ello que es necesario afrontar, desde el sistema conjuntamente, este problema acuciante. Y es que, debido al aumento de la esperanza de vida y al envejecimiento de la población, se espera que el número de fracturas por fragilidad aumente de las 285.000 que hubo en 2019 hasta las 370.000 en 2024. Algunos de los principales motivos que hacen a las personas mayores más propensas a caerse y, por tanto, lesionares, son la inestabilidad, los medicamentos dirigidos a tratar el insomnio, la debilidad, la ansiedad o la hipertensión. De hecho, el traumatólogo de Madrid Francisco Baixauli García, secretario general de la Sociedad Española de Cirugía Ortopédica y Traumatología (SECOT), indica que el 30% y el 50% de las caídas desencadenan en una fractura y "estas fracturas en ancianos con osteoporosis conllevan altas tasas de morbimortalidad, dependencia y discapacidad".

Las sociedades científicas, por ejemplo, están trabajando ya en ello. El año pasado, la Sociedad Española de Cirugía Ortopédica y Traumatológica (SECOT) y la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) actualizaron el algoritmo de la Guía SECOT-GEIOS en osteoporosis y fracturas por fragilidad para mejorar el abordaje de esta enfermedad, concienciado a traumatólogos y otros especialistas sobre la necesidad de un diagnóstico y tratamiento precoz de la osteoporosis.

En estas situaciones, un abordaje multidisciplinar es clave para ofrecer un mejor tratamiento y mejorar las expectativas pronósticas de los pacientes. Así, un paciente con fractura es visitado por cirujanos ortopédicos y traumatólogos, pero también por geriatras, reumatólogos, internistas o rehabilitadores, entre otros. Por ello, es importante que existan protocolos comunes como el presentado por la SECOT y la SEGG, para ofrecer la mejor atención a estos pacientes.

Fracturas de cadera, al alza

Según el estudio "Epidemiología mundial de las fracturas de cadera: Tendencias seculares en la tasa de incidencia, el tratamiento posterior a la fractura y la mortalidad por todas las causas", se estima que, de cara al 2050, se duplicará el número de fracturas de cadera en comparación con 2018. Además, el estudio analiza una "brecha significativa" en el tratamiento posterior a la fractura para la prevención de fracturas para ambos sexos en todos los países y regiones, especialmente en los hombres.

En este sentido, el Profesor Cyrus Cooper, presidente de la Fundación Internacional de Osteoporosis (IOF) y coautor del estudio, declara que "los hallazgos de este estudio ponen de manifiesto la necesidad urgente de mejorar las estrategias de prevención y atención de las fracturas de cadera. Esto debería considerarse tanto una advertencia como un llamado a la acción para los sistemas de salud de todo el mundo. Algunos estudios anteriores han demostrado que entre el 5% y el 10% de los pacientes con fractura de cadera vuelven a tenerla y que, de ellos, hasta el 23% se produce en el año siguiente a la primera fractura de cadera y el 70% en los primeros cinco años. Está claro que la gran disparidad en el tratamiento de la osteoporosis, que según el estudio es aún mayor en los hombres que en las mujeres, es inaceptable. Los sistemas sanitarios deben actuar. Un primer paso es dar prioridad a la implementación de programas de cuidados post-fractura, como las Unidades Coordinadoras de Fracturas (FLS), para garantizar que cualquier persona mayor que haya tenido una primera fractura de cadera reciba el tratamiento y la atención necesarios para prevenir nuevas fracturas potencialmente mortales".

Además, el desarrollo de nuevas terapias, como la terapia celular autóloga, pueden beneficiar a estos pacientes. Recientemente, investigadores de la Universidad de Kobe han demostrado que la inyección local de células CD34+ repara fracturas de fémur y tibia que no siguen el curso habitual de curación.

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